Una tragedia enluta a la comunidad de Neuquén y al ámbito de la salud de la provincia: una pareja originaria de Neuquén, que viajaba a bordo de un Citroën C4 Cactus, perdió la vida en un accidente de tránsito ocurrido en la intersección de las rutas 33 y 70, cerca de la localidad de América, en el partido bonaerense de Rivadavia.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Esteban Pereyra, de 36 años, y su pareja, Anabel Grossi, de 31, ambos residentes en Neuquén.
El siniestro ocurrió este viernes 27 cuando el vehículo en el que viajaban las víctimas fue embestido por un camión con semirremolque que se dirigía hacia la localidad bonaerense de General Villegas. El impacto fue devastador: Esteban Pereyra, quien se encontraba al volante, falleció de forma instantánea en el lugar del accidente, mientras que Anabel Grossi, quien resultó gravemente herida, murió poco después en el Hospital Municipal de Rivadavia, donde había sido trasladada en estado crítico.
El camionero sufrió lesiones leves
El conductor del camión, cuyo nombre no ha sido revelado, sufrió lesiones de carácter moderado, pero se encuentra fuera de peligro y ya recibió el alta médica. La causa del accidente fue caratulada como “homicidio culposo” y “lesiones graves culposas”, y la Policía Departamental de Rivadavia trabaja intensamente para esclarecer las circunstancias que llevaron al trágico choque.
Anabel Grossi: una pediatra comprometida con su vocación
La muerte de Anabel Grossi ha causado una profunda conmoción en el ámbito de la salud, especialmente en la provincia de Neuquén. Nacida en Roldán, Santa Fe, Grossi era una reconocida pediatra que se formó en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). A lo largo de su carrera, se especializó en neonatología y en el cuidado de bebés recién nacidos, una disciplina en la que encontró su verdadera vocación.
Grossi había trabajado como residente en el Hospital Provincial Castro Rendón de Neuquén, y luego continuó su carrera en el Hospital Heller, donde desempeñó un papel clave en el área de Pediatría. En este último, su labor se centró en el cuidado de neonatos, donde se destacó por su compromiso y profesionalismo. Los compañeros de trabajo de la joven pediatra han compartido en las redes sociales numerosos mensajes de despedida, destacando su dedicación y el amor que ponía en su trabajo.
Sentidas condolencias de colegas y la comunidad médica
La Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, donde Grossi y Pereyra compartieron su formación académica, expresó su dolor por la tragedia. “Lamentamos profundamente el fallecimiento de Anabel Grossi y Esteban Pereyra, dos compañeros que formaron parte de nuestra Facultad. Acompañamos y abrazamos a sus familiares y amigos en este momento tan doloroso”, indicó la institución en un comunicado oficial.
Asimismo, el ministro de Salud de la provincia de Neuquén, Martín Regueiro, también utilizó las redes sociales para expresar su pesar. “Desde el sistema público de salud de Neuquén lamentamos el fallecimiento de la médica pediatra Anabel Grossi, quien se desempeñaba en el Hospital Heller de la ciudad de Neuquén”, escribió Regueiro. Y agregó: “En este momento de profundo dolor, acompañamos a sus seres queridos y al equipo de trabajo en el hospital.”
Esteban Pereyra: un joven profesional con una prometedora carrera
Esteban Pereyra, por su parte, trabajaba como Project Manager en una empresa con sede en Nueva York. A pesar de la distancia de su lugar de trabajo, Pereyra mantenía una vida profesional activa en la ciudad de Neuquén, donde había forjado una exitosa carrera. Sus amigos y colegas también han expresado su tristeza ante la trágica partida de un joven talentoso y prometedor.
El impacto en la comunidad
La noticia de las muertes de Grossi y Pereyra ha generado una ola de conmoción en la región, no solo por la tragedia humana que representa, sino también por el impacto que ha tenido en la comunidad médica y en los sectores laborales en los que se desempeñaban. Numerosos mensajes de condolencias y apoyo se han sucedido en las redes sociales, mostrando la solidaridad de quienes conocían a la pareja.
El accidente también ha reavivado el debate sobre la seguridad vial en las rutas del país, particularmente en los cruces de carreteras de alto tránsito, como el que tuvo lugar en Rivadavia. Las autoridades continúan investigando las causas del choque, mientras que la comunidad sigue procesando la dolorosa pérdida de dos vidas tan jóvenes y llenas de promesas.
La tragedia deja una huella imborrable en las vidas de quienes conocieron y trabajaron junto a Esteban y Anabel. La comunidad médica, su familia, y amigos no solo lloran su partida, sino que también recuerdan su legado de dedicación, profesionalismo y amor por su vocación.