Hace seis días, una severa tormenta de granizo afectó gravemente diversas zonas del partido de Nueve de Julio, generando importantes pérdidas en los cultivos de soja, maíz, girasol y trigo. Este fenómeno climático atravesó localidades como Facundo Quiroga, El Tejar y Carlos María Naón, en el distrito nuevejuliense, y se extendió hasta Olascoaga, en el partido de Bragado, a cubrir una superficie estimada de 40.000 hectáreas.
Según los datos proporcionados por el INTA, CIANJ, AAPRESID y los productores, se ha determinado que aproximadamente 7.000 hectáreas fueron gravemente dañadas por el granizo. Las áreas más afectadas se ubicaron en las localidades de El Tejar y Naón, dentro del partido de Nueve de Julio. De las 7.000 hectáreas, unas 4.000 presentan daños totales, mientras que el resto de las tierras sufrieron diversos grados de afectación. Lo hizo saber la Sociedad Rural nuevejuliense en un informe, luego de un relevamiento de lo sufrido por los productores afectados.
De las 4.000 hectáreas gravemente afectadas, se ha calculado que un 50% corresponde a cultivos de soja de primera, el 20% a maíz, el 10% a girasol y el 20% restante corresponde a trigo, que ya estaba listo para la cosecha. Este fenómeno del clima representa una pérdida significativa para los productores locales, quienes ahora se ven obligados a replantear sus estrategias para enfrentar las consecuencias económicas y operativas de este desastre.
A partir de los valores actuales de los cultivos en dólares estadounidenses por tonelada y utilizando los rindes promedio de la región, las pérdidas económicas de las 4.000 hectáreas con daños totales se estiman en aproximadamente 4 Millones de dólares – u$s 3.928.000.
Entre los cultivos más afectados, la soja ocupa un lugar destacado, seguida del maíz (20%), el girasol (10%) y el trigo (20%), que estaba listo para cosechar. Estos daños no solo representan una pérdida económica directa, sino que también afectarán los ciclos productivos de los agricultores, quienes deberán ajustar sus estrategias para mitigar los efectos de este evento climático y sus repercusiones en la temporalidad.
Este evento climático pone en evidencia la necesidad de aumentar los esfuerzos en la implementación de tecnologías y estrategias de mitigación ante los riesgos naturales. Entre ellas se destacan el uso de seguros agrícolas, que permiten a los productores contar con un respaldo frente a los imprevistos climáticos, así como la inversión en infraestructura adecuada para enfrentar fenómenos de este tipo.
En resumen, la tormenta de granizo del 12 de diciembre representa un golpe significativo para los productores agropecuarios de Nueve de Julio, quienes ahora se ven obligados a hacer frente a un panorama económico y productivo complicado. Este hecho no solo resalta la vulnerabilidad del sector ante los riesgos climáticos, sino también la importancia de la resiliencia de los productores y la implementación de medidas de prevención para mitigar los efectos de futuros desastres naturales.