Argentina avanza de manera acelerada hacia la adopción de la tecnología 5G, una promesa de transformación que cambiará la forma en que los argentinos se conectan, trabajan y realizan transacciones. A pesar de los desafíos, el país está dando pasos firmes para posicionarse como un actor clave en la conectividad global.
Avances en la licitación y despliegue de 5G
La primera gran iniciativa para el despliegue de 5G en Argentina comenzó en 2023 con la licitación del espectro radioeléctrico, en la que se subastó la banda de 3,5 GHz. Las tres principales operadoras del país, Claro, Telecom y Telefónica, se adjudicaron bloques de espectro con una inversión total que supera los 875 millones de dólares. Claro y Telecom aseguraron bloques de 100 MHz, mientras que Telefónica obtuvo 50 MHz. Este proceso, coordinado por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), permitió a los operadores empezar a desplegar la infraestructura necesaria para ofrecer 5G a las principales ciudades y locales.
La inversión y la planificación de las redes 5G incluyen el compromiso de cada operadora de instalar equipos en cinco etapas, con un plazo de hasta 84 meses para completar la implementación en áreas con más de 30.000 habitantes. La apertura de la red 5G no solo está limitada a grandes urbes, sino que tiene como objetivo alcanzar localidades más pequeñas en los próximos años.
El 5G en acción: despliegue de infraestructura y servicios
En cuanto al despliegue de infraestructura, las ciudades más grandes del país ya están siendo testigos del avance de las redes 5G. Claro firmó un acuerdo estratégico con Nokia para acelerar la construcción de su infraestructura 5G, mientras que Telecom, por su parte, comenzó 2024 con 60 sitios habilitados y tiene como objetivo alcanzar los 260 a finales de año, con una mayor concentración en el Área Metropolitana.
Uno de los aspectos más importantes en este proceso es el uso de la tecnología Dynamic Spectrum Sharing (DSS), que permite que el espectro 4G y 5G compartan recursos, lo que facilita una transición más ágil y económica. Sin embargo, el objetivo final es la creación de redes Standalone (SA), que operan de forma independiente, sin depender de la infraestructura 4G, lo que permitirá un mejor rendimiento en términos de velocidad, capacidad y latencia.
El 5G no solo traerá mejoras en la velocidad de conexión, sino que se posiciona como un motor clave para el crecimiento económico de Argentina. Se estima que esta tecnología generará un impacto económico de 302.000 millones de dólares para 2035, con sectores clave como la manufactura, los servicios financieros y las tecnologías de la información que se verán profundamente transformados.
En términos sociales, el 5G permitirá una mejora significativa en los servicios digitales, como la banca en línea, las billeteras virtuales y el comercio electrónico. Esto proporcionará mayor comodidad y seguridad a los usuarios, además de facilitar la inclusión financiera de aquellos que aún no tienen acceso a servicios bancarios tradicionales.
A pesar del progreso, el despliegue de 5G enfrenta varios desafíos. Uno de los principales obstáculos es la baja penetración de dispositivos compatibles, ya que solo un pequeño porcentaje de usuarios tiene equipos que pueden aprovechar la nueva red. Además, el costo de la implementación de antenas y estaciones base es elevado, lo que hace que el proceso de expansión sea más lento.
Por otro lado, el vasto territorio argentino presenta un reto logístico considerable. Con una población dispersa en un país de gran tamaño geográfico, la cobertura en áreas rurales y alejadas sigue siendo un desafío importante. Sin embargo, las operadoras están comprometidas en superar estos obstáculos, y se espera que la tecnología 5G comience a expandirse más allá de las grandes ciudades en los próximos años.
Mirando hacia el futuro, el 5G en Argentina tiene el potencial de revolucionar sectores clave de la economía, mejorando la eficiencia y competitividad de industrias como la manufactura, la agricultura y la salud. La implementación de esta tecnología permitirá el desarrollo de nuevas aplicaciones como la telemedicina, la educación a distancia y el Internet de las Cosas (IoT), lo que cambiará por completa la forma en que los argentinos interactúan con la tecnología.
El gran reto para Argentina será equilibrar el desarrollo de la infraestructura tecnológica con la inclusión social. Para lograr que el 5G beneficie a todos los sectores de la población, será fundamental un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado, con inversiones en educación digital, subsidios para la compra de dispositivos y expansión de la cobertura en zonas rurales.
A medida que avanza la implementación del 5G en Argentina, el país se perfila como un actor clave en la conectividad digital de la región. Aunque la tarea no está exenta de desafíos, los primeros logros demuestran que el 5G tiene el potencial de transformar el panorama tecnológico y económico del país. Con el compromiso de las operadoras y el apoyo del gobierno, Argentina podrá aprovechar al máximo las oportunidades que esta tecnología
Agencia MTR