El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en colaboración con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación y el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, implementa un nuevo sistema para la aprobación de alimentos para animales y establecimientos elaboradores de dichos productos. Las resoluciones 1415 y 1416, publicadas hoy en el Boletín Oficial, establecen un procedimiento más ágil y moderno para la autorización de estos productos, con el fin de permitir a los productores nacionales operar bajo tiempos y condiciones internacionales.
Este nuevo sistema busca simplificar los trámites burocráticos mediante la eliminación de registros previos, sustituyéndolos por declaraciones juradas como la herramienta principal para autorizar tanto los productos como los establecimientos. Además, introduce un mecanismo de fiscalización inteligente y ex post, lo que significa que Senasa controlará el cumplimiento de lo declarado directamente en las plantas elaboradoras, sin la necesidad de renovaciones periódicas de los Certificados Únicos de Comercialización (CUC) ni de habilitación de los establecimientos, que antes tenían un vencimiento de 10 años.
La implementación de este sistema también facilitará el ingreso de productos procesados provenientes de países con altos estándares sanitarios y de vigilancia, los cuales podrán ingresar automáticamente al país con la sola presentación de una declaración jurada, simplificando aún más la operatoria.
La Resolución 1415/24 establece los requisitos específicos para la habilitación automática y simplificada por declaración jurada de los productos, los cuales podrán ser gestionados online a través del Sistema Integral de Gestión de Trámites (SIG Trámites) de Senasa.
Por su parte, la Resolución 1416/2024 introduce una nueva plataforma para autorizar a los establecimientos elaboradores, fraccionadores y depósitos de productos destinados a la alimentación animal, optimizando el proceso tanto para los usuarios solicitantes como para el organismo oficial.
Con estas nuevas medidas, el sector agroalimentario nacional mejora su competitividad y alineación con las normativas internacionales, al mismo tiempo que se reduce la burocracia y se agilizan los trámites administrativos.