A partir del próximo lunes 2 de diciembre, entrará en vigor el Registro Nacional de Agentes del Seguro (RNAS), una medida que promete poner fin a la práctica de la triangulación de aportes entre obras sociales y prepagas, que encarecía los costos de la cobertura médica en Argentina.
El sistema vigente desde 1996, obligaba a los afiliados a desviar sus aportes a través de intermediarias, las cuales retenían un porcentaje como “comisión por gestión”. Este modelo surgió a raíz del decreto 1141, que desreguló las obras sociales sindicales y permitió a los afiliados trasladar sus aportes entre diferentes obras sociales, algo antes impensable.
Sin embargo, para poder acceder a las empresas de medicina prepagas, los usuarios debían hacerlo a través de una obra social intermediaria. Esta triangulación no solo complicaba el sistema, sino que también aumentaba los costos, dado que las entidades intermediarias, en su mayoría “sellos de goma”, no ofrecían servicios reales y retenían entre un 2% y un 7% de los aportes de los trabajadores. Un ejemplo emblemático de este modelo fue la obra social “Capitanes de Ultramar”, que, pese a ofrecer escasos servicios, multiplicó su cantidad de afiliados gracias a un acuerdo con la prepaga OSDE.
Con la implementación del RNAS, los afiliados podrán a partir del lunes 2 de diciembre derivar sus aportes directamente a la obra social o prepaga de su elección, eliminando la figura del intermediario. Esto traerá consigo varios cambios importantes:
- Reducción de costos: El dinero que antes se destinaba a “comisiones por gestión” ahora quedará en manos de la prepaga u obra social, lo que podría resultar en menores cuotas o mejores servicios para los usuarios.
- Sistema simplificado: Los trámites serán más ágiles y directos, ya que no será necesario pasar por una entidad intermedia.
- Mayor equidad: Las prepagas deberán operar bajo las mismas condiciones que las obras sociales, igualando derechos y obligaciones.
A pesar de los beneficios, este nuevo sistema no está exento de riesgos. Un aumento en la cantidad de afiliados, especialmente entre los de mayores ingresos, podría generar presión sobre los recursos de las obras sociales y prepagas, dificultando el financiamiento de las prestaciones obligatorias del Programa Médico Obligatorio (PMO).
Con la eliminación de esta práctica burocrática, el Gobierno busca devolver el control a los usuarios, garantizando un acceso más económico y eficiente a la salud. Sin embargo, aún queda por ver cómo evolucionará el sistema, dado que, aunque el fin de la triangulación representa un avance hacia un modelo más transparente, el elevado costo económico de la cobertura médica privada en Argentina sigue siendo un desafío pendiente.