que se insinuó como una suba leve hace diez días, empezó a tomar ritmo. Además de empezar a reflejarse en los precios de al mostrador en carnicerías, que ya anotaron subas entre 10% y 12% según los cortes, los valores en el mercado de hacienda de Cañuelas siguieron subiendo en los últimos días y acumularon una nueva suba en torno a otro 10 por ciento. No está claro, sin embargo, si los frigoríficos podrán trasladar ese nuevo incremento, dado el contexto de caída del consumo de carne vacuna.
Ese retroceso, que de acuerdo a los datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), cayó a 47 kilos por habitante por año, mínimo histórico, se produjo a pesar de que la carne fue uno de los rubros que menos aumentó durante año, muy por debajo de la inflación general.
De hecho, antes de la suba de los últimos días, los precios de la carne acumularon un alza de “apenas” 33% al público, variación que quedó bien por debajo del 107% acumulado por la inflación general hasta octubre.
Sin embargo, la corrección repentina suma un interrogante respecto de su impacto en el IPC no sólo de este mes, sino también de diciembre. Esto porque, es sabido, el precio de la carne tiene una importante incidencia en la construcción del índice de precios al consumidor, lo que podría llegar a sumar más de 1 punto porcentual a la inflación del mes.