En la noche de este sábado 23 y en vísperas del Dia de la Música, en el Centro de Jubilados y Pensionados de Facundo Quiroga, cerró el Taller de Canto Colectivo, las actividades de este 2024.
El joven músico Daniel Roldan, encabezó el encuentro que disfrutaron los quiroguenses.
Y el mismo director hizo un agradecimiento y reconocimiento.
Estos tres años han sido mucho más que un simple recorrido; han sido una historia construida con esfuerzo, sueños y dedicación. Cada planificación, cada idea, y cada proyecto nació con el propósito de crecer, de pulir el talento que llevamos dentro y de descubrir lo mejor en cada uno de usted.
No ha sido fácil, pero el arduo trabajo siempre encontró recompensa en el disfrute de cada melodía, cada risa compartida y cada paso dado como grupo. Hoy llegamos a un cierre, no como un final, sino como una pausa que abre la puerta a un nuevo comienzo. El año que viene está lleno de posibilidades, pero ahora es momento de un merecido descanso.
Sin duda, se les extrañará a todos. Graciela, siempre solidaria, con su clásica pregunta “¿Y ahora qué cantamos, profe?” Nora, con sus frases poéticas y sus ataques de risa hasta llorar. Mirta Lourbet, siempre apurada y diciendo “¡Profe, me olvidé la carpeta!” pero con una sensibilidad única por la música. Ana Abba, con su corazón siempre dispuesto a ayudar. Miguel, con ese talento que deja a todos maravillados. Gabriel, con sus monadas y buen humor que alegraron cada encuentro. Moni Toledo, que le pone ese toque actoral a todo lo que hace. Marisa, siempre con sus ocurrencias. María Isabel, cuyas carcajadas se escuchan hasta la plaza y nos contagian de alegría. Marce, que siempre está para ayudar sin pensarlo dos veces.
Javi, con su humor que nos hace reír sí o sí. Josefina, con su perseverancia incansable. Elisa, discreta pero siempre cariñosa. Norita, llena de creatividad. Berni, con su dulce voz y su habilidad artística. Mary, con su picardía que siempre saca una sonrisa. Alicia, con su amabilidad y buena disposición. Anita Herrera, una compañera incondicional. Cati, con su paciencia y calma que nos transmite paz. Bety, tan sencilla y cercana. Claudia, con esos abrazos sinceros que a todos nos reconfortan. Valen, con su dulzura que es imposible no notar. Laura, con sus risas y esos compañeros que tanto disfrutamos. Cristina, con sus bailes y movimientos llenos de vida. El señor Lily, siempre con buena onda y energía. Ale, con su entusiasmo por bailar, seguida de Moni Alcázar, las dos “profes fiesteras” que siempre animan el grupo. Mirta, que con tanto compromiso y responsabilidad lleva adelante la cooperadora, y que cada mes recibe el clásico “¡Mirta, te pago, Mirta, te pago!”
Y yo, el profe rompe cocos, dándote todo el año, pero tratando de sacar lo mejor de cada uno de ustedes. Espero que lo que trabajemos juntos haya sido útil y les haya dejado algo valioso.
Ahora, me queda solo una pregunta… ¿Vendrán el año que viene? Jaja.
Gracias por estos tres años maravillosos. Ustedes no solo hacen este más alto, USTEDES SON este más alto. ¡Sigamos cantando juntos!
Con cariño, Daniel Roldán.