El tercer domingo de noviembre se dedica a recordar a las víctimas de tránsito, un día de reflexión y homenaje a quienes han perdido la vida en siniestros viales, a los sobrevivientes que han quedado con secuelas físicas y psíquicas, ya sus seres queridos, cuyas vidas. han quedado marcadas por el dolor, el sufrimiento y la tragedia de la pérdida. Este día también es una oportunidad para hacer un llamado urgente a las autoridades ya la sociedad para que se tomen medidas concretas en pro de la seguridad vial.
El Dolor Inexplicable
“Terremoto, un tsunami, destrucción total, dolor sin fin, rabia, odio, no hay palabras…”, son algunas de las expresiones más comunes que utilizan los familiares de las víctimas de tránsito al intentar describir el vacío y la desesperación que sienten tras perder a sus seres queridos. En muchos casos, la tragedia llega sin previo aviso: un accidente en un segundo puede cambiar para siempre la vida de una familia, arrebatándoles la presencia de un hijo, un hermano, u padre, una madre, un familiar o un amigo.
Este dolor no solo afecta a quienes pierden a sus seres queridos, sino también a los sobrevivientes que, además del trauma emocional, muchas veces quedan con secuelas físicas y psicológicas que alteran por completo su vida cotidiana. En muchas ocasiones, las consecuencias son irreversibles, y los afectados deben enfrentar una nueva realidad marcada por la pérdida de calidad de vida, autonomía y, en algunos casos, con atención psicológica y asesoramiento legal desde la primera hora, entre otras circunstancias.
Impacto en Números y en la Sociedad
En Argentina, como en muchos otros países, los siniestros viales son una de las principales causas de muerte y lesiones.
Cada año, más de 6000 personas pierden la vida en accidentes de tránsito, y millas más quedan gravemente heridas, con secuelas permanentes que afectan su salud.
Pero los daños no son solo individuales: los accidentes de tránsito tienen un alto costo social y económico, ya que afecta no solo a las víctimas directas, sino también a sus familias, a la comunidad y al sistema de salud. Además, se requieren enormes recursos para atender a los sobrevivientes y ofrecerles la ayuda necesaria, desde la atención médica de urgencia hasta la rehabilitación y el apoyo constante.
El llamado a la acción
En este Día Mundial en Recuerdo a las Víctimas de Tránsito, recordamos a aquellos que ya no están y expresamos nuestra solidaridad con los que quedaron atrás, señala Luchemos por la Vida en un mensaje abierto a las comunidades. Pero este día también es una oportunidad para renovar el compromiso con la seguridad vial y exigir que se tomen medidas eficaces para reducir la cantidad de víctimas en las rutas y caminos de todo el país.
Desde el ámbito gubernamental, se requiere una acción integral que incluya no solo el fortalecimiento de las leyes de tránsito y el aumento de las sanciones para quienes infringen las normas, sino también una mayor inversión en educación vial, infraestructura de seguridad y la implementación de medidas preventivos. Las autoridades deben asumir su responsabilidad y brindar apoyo a las víctimas y sus familias, tanto en términos de atención psicológica como de asesoramiento legal desde el primer dia.
El Plan Mundial para el 2º Decenio de Acción para la Seguridad Vial, propuesto por la ONU, establece una serie de objetivos para reducir significativamente el número de muertes y lesiones en el tránsito a nivel global.
Este plan busca un cambio de enfoque, donde la seguridad vial sea una prioridad tanto a nivel local como global. Es hora de que todos los actores sociales—gobierno, empresas, sociedad civil y ciudadanos—trabajen juntos para garantizar que, en el futuro, otras familias no tengan que pasar por estas vivencias.
Un homenaje en acción
El mejor homenaje que podemos rendir a las víctimas de tránsito es trabajar incansablemente para evitar que más personas sufran las consecuencias de los accidentes viales. Cada vida perdida en la ruta es una tragedia, y cada esfuerzo por mejorar la seguridad vial.
Hoy, al recordar a las víctimas, también nos comprometemos a seguir luchando por un futuro en el que los siniestros de tránsito sean una estadística en disminución, y no una fuente de información de decesos.
¡No olvidemos, actuemos por la seguridad vial!