Cada 7 de noviembre, Ase celebra el Día del Canillita, una jornada especial para rendir homenaje a los vendedores de diarios, que constituyen una fuente de trabajo fundamental ya que son los encargados de su distribución.
El origen del nombre “canillita”
Aunque muchos reconocen a las “canillitas” por su labor de venta de periódicos, pocos conocen el origen de este peculiar nombre. La denominación tiene raíces en el teatro, específicamente en una obra del dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez, quien fue muy popular a fines del siglo XIX y principios del XX.
En una de sus obras, Sánchez relataba la vida de un joven que, debido a las difíciles condiciones económicas que atravesaba, se veía obligado a vender diarios para sobrevivir. Su pobreza le impedía comprarse ropa nueva, lo que le hacía usar pantalones demasiado cortos, dejando a la vista sus “canillas”, término que en el habla popular se refiere a la parte inferior de las piernas, desde las rodillas.
Este joven protagonista, apodado “Canillita”, se convirtió en un símbolo de quienes desempeñaban este oficio. La historia fue tan popular que el nombre “canillita” pasó a ser utilizado para designar a todos aquellos que, como el personaje de la obra, trabajaban vendiendo periódicamente, diarios.
Cada 7 de noviembre no solo se recuerda el trabajo de los vendedores de diarios, sino que también marca la fecha de la muerte de Florencio Sánchez, quien falleció el 7 de noviembre de 1910 a la edad de 34 años. En homenaje a su vida y legado, el Día del Canillita coincide con este aniversario.
El Día del Canillita es, en definitiva, una fecha para recordar la importancia de estos trabajadores que, con su esfuerzo diario, mantienen vivo el vínculo entre los lectores y las noticias, distribuyendo diarios.