martes, octubre 8, 2024
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La masonería ha vuelto a cobrar vida en Carlos Casares

La Logia Sadi Carnot comenzó sus tareas en los comienzos del Siglo XX y resurge en el presente XXI

La masonería ha vuelto a cobrar vida en Carlos Casares con la resurgimiento de la Logia Sadi Carnot, que desde 2019 ha reabierto sus puertas para promover el conocimiento y la reflexión en la comunidad.

Con una rica historia que se remonta a principios del siglo XX, esta logia es un ejemplo de cómo las tradiciones pueden adaptarse a los tiempos modernos.

La historia de la Logia Sadi Carnot comienza a principios del siglo XIX, específicamente en 1905, cuando un grupo de prominentes ciudadanos casarenses, como Antonio Maya, Francisco Borja, y Daniel De La Sota, se unieron para formar esta logia. Según investigaciones de la profesora y historiadora Susana Sigwald, estos miembros jugaron un papel fundamental en la vida social y política de la ciudad, destacándose en la lucha por la autonomía de Carlos Casares. Sin embargo, la logia cerró sus puertas alrededor de 1915 debido a la crisis económica que afectó al país en ese entonces.

Este legado histórico fue brillantemente recopilado por Sigwald en su libro “Sadi Carnot”, que ha sido recientemente reeditado y está disponible en la biblioteca José Ingenieros, donde también se encuentra el archivo histórico Antonio Maya. Esta obra proporciona un valioso contexto sobre la actividad masónica en la región y su impacto en el desarrollo local.

La Resurrección de la Logia Sadi Carnot

La masonería local resurgió en 2015 cuando un grupo de masones decidió formar un triángulo masónico, que es el paso previo a la constitución formal de una logia. Este esfuerzo culminó en 2019 con la reapertura oficial de la Logia Sadi Carnot, que ha comenzado a atraer a nuevos miembros interesados en sus principios de filosofía, ética y conocimiento.

Las reuniones de la logia son un espacio donde los miembros presentan trabajos, conocidos como “planchas”, sobre diversas temáticas. Estas presentaciones son leídas por su autor, lo que permite un análisis profundo y enriquecedor. Los participantes pueden expresar sus opiniones y, en caso de discrepancias, se fomenta la creación de nuevas “planchas” para discutir diferentes puntos de vista. Este enfoque no solo promueve el diálogo respetuoso, sino que también fortalece la cultura de tolerancia y aprendizaje continuo dentro de la comunidad.

La Logia Sadi Carnot se adhiere al Rito Escocés Antiguo y Aceptado, uno de los sistemas rituales más practicados en la masonería mundial. Aunque el contenido de sus rituales se mantiene reservado, se sabe que incluyen una serie de pasos que guían las charlas y discusiones durante las reuniones. Un símbolo notable es el mandil, que los masones utilizan como una prenda ritual. Este mandil, que deriva de los delantales de los antiguos albañiles, varía en diseño según el rango del miembro y representa la conexión con los orígenes de la masonería en los gremios de constructores.

El término “masón” proviene del francés “maçon”, que significa “albañil”, subrayando así la conexión histórica entre la masonería y las antiguas prácticas de construcción. Este vínculo no solo simboliza la edificación física, sino también la construcción de un carácter ético y moral entre sus miembros.

En la actualidad, la Logia Sadi Carnot busca adaptarse a los desafíos contemporáneos, promoviendo una mayor apertura y participación. Su enfoque en la educación y el intercambio de ideas permite a la comunidad abordar temas actuales y relevantes, desde cuestiones filosóficas hasta debates sobre política no partidaria, antropología y otros campos del conocimiento.

A medida que la Logia continúa su labor, espera atraer a un número creciente de interesados, creando un espacio inclusivo donde se valore la diversidad de pensamientos y se fomente el desarrollo personal y colectivo.

La Logia Sadi Carnot de Carlos Casares es un ejemplo palpable de cómo la masonería puede evolucionar y adaptarse a los tiempos modernos, manteniendo su esencia de búsqueda del conocimiento y la promoción de valores como la tolerancia y el respeto. Al reavivar esta tradición, los masones de Carlos Casares no solo preservan su historia, sino que también contribuyen activamente a la construcción de un futuro más consciente y solidario en su comunidad.

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