Cada 6 de octubre, en nuestro país se conmemora el Día Nacional del Circo en homenaje al nacimiento en 1858 de José “Pepe” Podestá, un pionero del circo en el país y creador del “circo criollo”.
Pepe Podestá fue reconocido no solo por su destreza en la arena circense, sino por su icónico personaje “Pepino el 88”, un payaso que combinaba el humor con la crítica social, cantando canciones rimadas que tocaban temas de actualidad en tono satírico. Su legado es crucial en la historia del arte popular argentino, ya que el circo criollo fusionaba el teatro y los números de circo, introduciendo piezas de género gauchesco y técnicas circenses como acrobacias, malabares y teatro.
El circo criollo surgió a fines del siglo XIX y se convirtió en un espectáculo popular que retrataba historias de la vida rural y costumbres locales, contribuyendo al desarrollo del teatro nacional.
Hoy, en el Día Nacional del Circo, no solo se recuerda a Pepe Podestá y su contribución al arte argentino, sino que también se celebra a todos aquellos artistas que continúan llevando alegría y entretenimiento a través de la magia del circo, renovando este legado cultural con cada nueva generación de malabaristas, payasos y acróbatas que enriquecen a grandes y chicos.
Agencia MTR