La Asociación Civil Nacional Salvemos al Tren ha encendido las alarmas ante una serie de cambios y rumores que amenazan la continuidad del histórico servicio ferroviario 155/156, que conecta Once con localidades clave del Oeste bonaerense , como Bragado, 9 de Julio, Carlos Casares y Pehuajó.
El reciente anuncio de un nuevo diagrama, que unifica dos servicios semanales en una única frecuencia los viernes, ha generado preocupación en las comunidades afectadas. A esto se suman versiones en los medios locales sobre un posible cierre del ramal, y el reciente aumento en los precios de los pasajes, lo que eleva aún más las incertidumbres sobre el futuro del tren, un servicio esencial para miles de usuarios.
Históricamente, el tren ha sido mucho más que un simple medio de transporte en esta vasta región del país. Es un puente que une comunidades rurales y urbanas, un vehículo de integración social y económica, y, para muchos, la única forma accesible de trasladarse hacia centros de estudio, trabajo y atención médica. Su presencia no solo impulsa la actividad económica de pequeños pueblos que dependen de la conectividad con las grandes urbes, sino que también ofrece una opción segura, económica y sostenible en comparación con otros medios de transporte.
El nuevo esquema, que unifica los trenes 151/152 y 155/156 en una sola salida los viernes por la noche, con regreso los domingos, reduce opciones para los usuarios habituales, quienes temen que este sea el primer paso hacia una posible reducción drástica de frecuencias, o incluso, la desaparición total del servicio, como ya ocurrió entre 2016 y 2019, cuando el tren dejó de circular en el Oeste bonaerense y La Pampa.
“Nos preocupa profundamente que este sea un preludio de lo que ya vivimos en el pasado. Sabemos que la reducción de frecuencias suele ser el primer paso hacia el cierre definitivo de un ramal”, expresaron desde Salvemos al Tren, recordando la dolorosa experiencia de años anteriores, cuando la región quedó completamente desconectada por vía ferroviaria.
Frente a esta situación, la Asociación Civil Nacional Salvemos al Tren se declara en estado de alerta. “Hoy más que nunca, es crucial defender nuestro tren. No solo es un transporte, es parte de nuestra identidad y de nuestra vida diaria”, remarcaron. El futuro del tren no solo impacta a los pasajeros, sino a las economías locales y a la sostenibilidad de las pequeñas localidades que dependen de esta vía.
En un contexto donde el transporte ferroviario ha cobrado nueva relevancia a nivel mundial por su bajo impacto ambiental, su rol en la descongestión de rutas y su capacidad para transportar grandes volúmenes de pasajeros y mercancías, la posible pérdida de este servicio en el interior del país significaría un retroceso para el desarrollo de la región.
Mientras los rumores siguen circulando, la sociedad civil se prepara para defender el tren, entendiendo que la historia, la identidad y el futuro del Oeste bonaerense dependen en gran medida de que sus vías sigan activas.