miércoles, septiembre 18, 2024
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Monseñor Martín de Elizalde celebró sus Bodas de Plata como dignatario de la diócesis de Nueve de Julio

La decisión de llevar adelante este recogimiento al obispo Emérito fue del titular de Santo Domingo de Guzmán, Ariel Torrado Mosconi

Este sábado 14 de septiembre se celebró una misa especial en la Catedral a la hora 11 para conmemorar las Bodas de Plata del Obispo Emérito Martín de Elizalde, quien está celebrando 25 años al servicio episcopal. La festividad, presidida por Monseñor Ariel Torrado Mosconi, incluyó un ágape en el Centro Diocesano Beato Eduardo Pironio.

Esta ceremonia destacó el legado de Elizalde, quien fue obispo de Nueve de Julio desde 1999 hasta 2015. La misa y encuentro fraterno también reunió a sacerdotes de la región, reflejando la gratitud y el respeto hacia su trayectoria en la Iglesia.

Martín de Elizalde nació el 23 de octubre de 1940 en Buenos Aires. Ingresó al Monasterio Santa María de Los Toldos y fue ordenado sacerdote el 9 de enero de 1971. Desarrolló una destacada carrera como monje benedictino y ocupó varios cargos en la Congregación benedictina de la Santa Cruz del Cono Sur, incluyendo Abad de la Abadía de San Benito.

El 16 de septiembre de 1998, tras la repentina muerte del cuarto Obispo de Nueve de Julio, José Tomassi, fue designado Administrador apostólico, y el 6 de julio de 1999, el Papa Juan Pablo II lo nombró oficialmente obispo de Nueve de Julio. Asumió en ceremonia realizada en la Basílica de Luján el 14 de septiembre de 1999, encabezada por el Arzobispo de La Plata, el nuevejuliense, monseñor Carlos Galán. Durante su episcopado, se convirtió en el primer obispo benedictino de Argentina, guiando a la diócesis con su lema “Per virtutem crucis” -Por el poder de la cruz-.

La misa y encuentro fraterno, presididos por Monseñor Ariel Torrado Mosconi, incluyeron además de la participación de sacerdotes de la región, a feligreses y amistades de monseñor Martín y resaltaron su significativo impacto en la comunidad eclesiástica. La celebración sirvió como un homenaje a su dedicación y liderazgo a lo largo de los años.

Previamente en la Catedral Santo Domingo de Guzmán, monseñor Ariel Torrado Mosconi y los sacerdotes de la diócesis participaron de la misa de acción de gracias por el Obispo Emérito.

En la celebración de las bodas de plata episcopales el obispo Ariel resaltó que – mirando a monseñor Martín de Elizalde – “Tu ministerio aquí contribuyó muy grandemente a darle “forma diocesana” a nuestra Iglesia”.
La ceremonia coincidió con la festividad de la Exaltación de la santa Cruz, y Monseñor Torrado Mosconi, partiendo de las lecturas y textos de la festividad comenzó diciendo: “Su gloriosa pasión configura nuestra vida, sus dones la enriquecen y la embellecen. Hoy la Iglesia particular nuevejuliense da gracias por el vigésimo quinto aniversario de la consagración episcopal de su obispo emérito monseñor Martín y, también, por toda una vida consagrada en el servicio del Señor”. Luego sostuvo: “el silencio, la meditación de la Palabra y la oración junto a la vida comunitaria, la corrección fraterna y los votos, preparan y disponen interiormente al Pastor para la guía, el discernimiento, la predicación, la presidencia de la celebración litúrgica y todos los trabajos, desvelos y entregas requeridos por el oficio pastoral. Conjugar, sabia y armoniosamente, acción y contemplación es parte de ese “arte pastoral” en lo cual consiste y se despliega el ministerio episcopal”. Concluyó agradeciendo en nombre del conjunto del pueblo de Dios de la diócesis, afirmando: “La diócesis no es una subdivisión eclesiástica o la suma de parroquias y grupos religiosos, sino una comunidad viva, familia, comunidad, casa, pueblo y escuela, orgánica, unida en la comunión de la fe y la caridad, y lanzada a la evangelización ¡Todo esto agradecemos a Dios en este día y que, sin lugar a dudas, se ha realizado “por la fuerza de la cruz!”
Al finalizar la concelebración, monseñor de Elizalde manifestó su gratitud a Dios en la persona de los presentes, reconociendo su colaboración y subrayando que no se trataba de un festejo de una persona particular, sino de celebrar la presencia y acción del Señor en medio de su pueblo, que suscita vocaciones para el crecimiento y el servicio de la comunidad.
Luego de la bendición final, el Vicario general, pbro. Carlos Tibberi, leyó el saludo y la bendición enviada por el Santo Padre con motivo del jubileo, en la cual se unía a la acción de gracias de la diócesis por los frutos del ministerio de Obispo emérito.
Luego de la misa, tuvo lugar un ágape fraterno en el Centro Pastoral Cardenal Pironio, preparado y ofrecido por la comunidad de la Iglesia catedral.
Allí, en nombre de la comunidad diocesana le expresaron su reconocimiento, el pbro. Mariano Cortés, primer ordenado por monseñor Martín; la Hna Nilda, del Colegio “Jesús Sacramentado” y el escribano Guillermo Álvarez en nombre del laicado.
De la celebración eucarística en la Iglesia catedral además de sacerdotes, participaron laicos venidos de distintos puntos de la diócesis, entre los cuales se encontraban dos hermanos “San Benito de Luján” de la cual fue abad.

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