lunes, septiembre 16, 2024
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Cooperativa de Trabajo Colectivo Ambiental: un modelo de reciclaje y conciencia ambiental

Está ubicada en Almirante Brown y uno de sus impulsores, Rodrigo Valdéz, pasó de cartonero a ser reciclador concientizador de la población para evitar la contaminación ambiental

En el distrito de Almirante Brown, la Cooperativa de Trabajo Colectivo Ambiental está marcando una diferencia significativa en la gestión de residuos y el reciclaje. Rodrigo Valdés, uno de sus integrantes, compartió en una reciente charla virtual en Momento Cooperativo, en Despertate por CN y Máxima 89.9, cómo esta iniciativa está transformando la manera en que se manejan los desechos en la región.

La cooperativa, que nació de la unión de recicladores con más de 20 años de experiencia, busca no solo comercializar mejor los materiales reciclables, sino también generar un impacto positivo en el medio ambiente y en las condiciones laborales de sus miembros. Su objetivo inicial fue mejorar la comercialización de los materiales reciclados y, desde entonces, han incorporado la gestión de residuos del distrito en su modelo de trabajo.

Rodrigo Valdés explicó que, tradicionalmente, los recicladores trabajaban en la calle y en basurales abiertos, donde recolectaban plásticos y otros materiales. Sin embargo, desde hace 6 o 7 años, la cooperativa ha implementado un programa de reciclaje que incluye la separación de residuos en origen. Este sistema, apoyado por el municipio, consiste en proporcionar a los vecinos bolsas especiales para separar los materiales reciclables y recogerlos semanalmente. Los residuos no se entierran ni se queman; en cambio, se procesan y se reincorporan a la industria nacional como material reciclado.

El proceso sigue un ciclo circular: el material reciclable es recolectado por el municipio, llevado a las plantas de las cooperativas, clasificado, y luego transformado. La cooperativa fabrica incluso las bolsas utilizadas para la recolección. Estas bolsas están diseñadas para ser degradables, aunque Valdés destacó que la mayoría de los plásticos reciclados son difíciles de degradar, y la prioridad es evitar el uso de materiales vírgenes.

El reciclaje de plástico presenta desafíos debido a la diversidad de composiciones plásticas. La cooperativa trabaja para clasificar y procesar estos plásticos, aunque algunos, como los que contienen múltiples tipos de plásticos, resultan complejos de reciclar. La implementación de una ley de envases que regule los plásticos y facilite su reciclaje es una de las demandas del sector.

Valdés también subrayó que la comunidad ha respondido positivamente al sistema de reciclaje. La población está cada vez más consciente de la problemática ambiental y muestra interés en participar en el programa. Sin embargo, la cooperativa enfrenta el desafío de manejar una gran cantidad de residuos; actualmente, procesan alrededor de 10 toneladas diarias.

La cooperativa está compuesta por aproximadamente 50 personas, distribuidas en diferentes áreas: promotores ambientales, recolectores, clasificadores y operadores de maquinaria. Valdés enfatizó que el trabajo de reciclaje no solo es crucial para el medio ambiente, sino que también representa una forma digna de empleo para los integrantes de la cooperativa.

El modelo de la cooperativa demuestra que, con organización y compromiso comunitario, es posible enfrentar los problemas ambientales y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. La experiencia de Almirante Brown ofrece una visión esperanzadora de cómo el reciclaje y el trabajo cooperativo pueden contribuir a un futuro más sostenible.

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