Esta mañana en Despertate, frecuencia radial de Cadena Nueve y Máxima 89.9, dos jugadoras del Club El Fortín, Martina Tello y Milagros Palacios hablaron del desarrollo y progresivo crecimiento que manifiesta el fútbol femenino en el distrito.
Actualmente, Martina Tello juega de arquera aunque no siempre fue así ya que antes solía destacar como delantera del equipo. Por circunstancias y necesidades del grupo, tuvo que ponerse los guantes y su rol cambió: “Trato de hacer lo mejor por el equipo y cumplir con lo que se necesita”. De este modo, agrega que las compañeras se sienten seguras y eso le da la satisfacción de seguir cumpliendo con ese rol.
En su experiencia personal, Martina cuenta que comenzó a jugar hace 9 años (2015) y su interés por el futbol se fue incrementando al ver jugar a una amiga de su mamá. Algo particular a resaltar, es que su madre al principio mucho no le gustaba la idea ‘no se hablaba mucho de futbol femenino’, si bien las particularidades son distintas el deporte sigue siendo el mismo. En este sentido, recordamos que recién en marzo de 2019 la AFA hizo un anuncio formal sobre la profesionalización del fútbol femenino en Argentina, esta vendría a significar un recorrido hacia lograr que las condiciones económicas y sociales comiencen a estar dadas para poder vivir de esta profesión. Si bien falta mucho para igualar las condiciones entre el futbol masculino y el femenino, esto resulto dar un cambio significativo que aún sigue desarrollándose.
Por su parte, Milagros Palacios, menciona que comenzó a entrenar tambien hace 5 años a partir de la invitación de una amiga. Hoy juega como enganche, medio o volante por izquierda: “Entrenamos toda la semana, y tratamos de ir mejorando”. Asimismo, resalta el compromiso dele quipo al asegurar que siempre esperan al domingo de cancha para darlo todo.
En otro sentido, las jóvenes jugadoras hicieron hincapié en sus compañeras mamás por el compromiso y el labor que contempla tener hijos pequeños y llevar adelante su pasión por el futbol. De este modo, existe una empatía colectiva en entender faltas a entrenamientos como también reconocer el compromiso de asistir, pese a diferentes circunstancias.
En cuanto a la indumentaria y el equipamiento del equipo, muchas veces no alcanza: “Entre nosotras nos vamos prestando canilleras y botines, para que todas podamos jugar y disfrutar“, lo que demuestra la solidaridad y empatía entre compañeras.
Agencia MTR