Faustino Oro es un niño argentino de diez años que ha emergido como un prodigio del ajedrez, estableciendo récords de precocidad en el mundo de este deporte.
Este domingo se convirtió en el jugador más joven de la historia en alcanzar la norma de maestro internacional de ajedrez, con 10 años, 8 meses y 16 días, en el Torneo de Maestros de Barcelona, se mostró “muy feliz” por el éxito y agradeció los “numerosos mensajes de felicitación recibidos”.
Su viaje hacia el estrellato comenzó durante la pandemia, cuando su padre, Alejandro Oro, lo introdujo en el ajedrez como una forma de mantenerlo entretenido durante el cierre de la escuela y el encierro obligatorio. Desde entonces, Faustino ha demostrado un talento excepcional, avanzando rápidamente desde sus primeras partidas en chess.com hasta convertirse en el maestro FIDE más joven de la historia a los nueve años.
Ahora, Oro logró la hazaña al alcanzar los 6,5 puntos con unas tablas ante el chileno Fernando Valenzuela. Al niño lo han comenzado en llamar el ‘Messi del ajedrez’ o el ‘pibe de oro’, que, pese a que tiene solo 10 años, ya está acostumbrado a jugar ante jugadores muy buenos en el tablero.
La familia Oro, motivada por el potencial de Faustino, decidió mudarse desde Buenos Aires a Badalona, España, buscando un entorno más competitivo para su desarrollo ajedrecístico. En Badalona, Faustino continúa su entrenamiento intensivo, dedicando unas 55 horas semanales al ajedrez, con la ayuda de cuatro entrenadores especializados que trabajan en aspectos específicos de su juego.
A pesar de su joven edad y sus logros impresionantes, Faustino mantiene una humildad notable y una conexión con sus raíces argentinas. Aunque ahora vive en España, sigue siendo un seguidor apasionado de su equipo local de fútbol, Vélez Sarsfield, y extraña los helados argentinos.
Su carrera ha sido apoyada por un mecenas anónimo que cubre los gastos de entrenamiento, viajes y competiciones. Además, su padre encontró empleo en la Federación Catalana de Ajedrez para apoyar la carrera de su hijo. A pesar de las dificultades burocráticas y los desafíos de adaptación a una nueva vida en España, la familia está comprometida con el éxito de Faustino en el ajedrez y con su bienestar general.
El entrenador de Faustino, Jorge Rosito, destaca no solo su habilidad excepcional sino también su carácter alegre y su humildad, características que lo diferencian de otros prodigios del ajedrez. Aunque su formación en el ajedrez es poco convencional, basada en juegos en línea y videos de YouTube, Faustino ha demostrado una intuición y una capacidad estratégica impresionantes en el tablero.
El futuro de Faustino está enfocado en seguir disfrutando del ajedrez y en continuar su ascenso en el mundo competitivo del ajedrez internacional. Su historia no solo destaca por sus logros en el tablero, sino también por el sacrificio y el apoyo incondicional de sus padres, quienes han hecho posible que su talento brille a una edad tan temprana.
Agencia MTR