Sr. Director, Cadena Nueve,
Dr. Gustavo Tinetti,
Me dirijo a ustedes con el fin de recordar a José Luis Cabezas, en el marco del Día del Reportero Gráfico, que se celebró el pasado 19 de mayo a nivel mundial.
Aunque soy bailarina, me siento profundamente conectada con la figura de José Luis Cabezas, a quien asesinaron cuando yo tenía seis años. Su trágica muerte marcó mi infancia de manera imborrable, generando en mí un temor que me llevó a pedir a mis padres —mi madre maestra y mi padre periodista— que no me llevaran a Pinamar, el sitio del crimen, debido a la angustia que este hecho me provocaba.
Hasta el día de hoy, no he tenido el valor de visitar ese lugar. Sin embargo, he encontrado en la poesía un medio para cicatrizar esa herida de mi niñez. El poema “La Cava” está dedicado a José Luis Cabezas, a quien considero un símbolo de valentía en el periodismo. Con esta obra, no solo lo recuerdo en la fecha de su asesinato, sino que lo mantengo presente día a día a través de la literatura. Su muerte en 1997, cuando yo era solo una niña, no me permitió honrarlo en aquel entonces, pero hoy lo hago con estas palabras:
La Cava
(A José Luis Cabezas)
Vuelven tinieblas que nunca se fueron
Tengo seis años cada veinticinco de Enero
Arráncame el mutismo
Siento esposas alrededor de las muñecas…
Mientras oigo los dos disparos que hirieron mi inocencia
Por la ruta de la perversidad…
Cielos sombríos recuerdan lo que a muchos les conviene olvidar
Arriba te muestran cautivo, golpeado, arrodillado, apuntado
Tiemblo dentro del desconsuelo
Corazones rotos sufren bajo el crimen veraniego
Extraña ráfaga
No todas las cenizas son llevadas por los vientos
Mira, intento moverme, no puedo
El horror realiza visitas que lloro desde niña
La orden de ‘El Tío’ aniquiló juguete, diversión, sonrisa
Fecha ensangrentada
Sueño La Cava
Cómo le explico a Dios que ahí quedó la mitad de mi alma?
Dolor acumulado
Otórgales a los destrozados los abrazos secuestrados
Vierte alivio sobrevolando el país de la injusticia y el caos
Sé que te debo viajes, sé que te debo flores
Paralizada por aquellos últimos minutos…
Podrías perdonarme?
Carezco de tu valentía
Poco a poco veo cómo el sol oscurece las lágrimas
Por favor, déjame sin amanecer…
Al fondo de mi infancia.
Pasajera Eterna
Este poema es un homenaje a la valentía y al legado de José Luis Cabezas, cuyo sacrificio sigue siendo un faro de luz en el camino de todos aquellos que luchan por la verdad y la justicia en el periodismo. Que su memoria nunca se desvanezca y que su ejemplo inspire a las generaciones futuras.
Atentamente,
Belén Rouco
Pasajera Eterna
DNI: 36.571.377