La garrapata común del bovino representa un desafío en las regiones ganaderas de nuestro país como un ectoparásito prevalente. Para abordar su control y prevención, el uso de productos veterinarios garrapaticidas (PVG) aprobados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) es fundamental. Sin embargo, es crucial manejar estos productos de manera responsable para minimizar riesgos en la salud y el medio ambiente.
El Programa Nacional de Garrapata del Senasa ha establecido recomendaciones clave para el manejo adecuado de los residuos derivados de los PVG. Estas medidas se centran en la concientización y la adopción de prácticas responsables por parte de los ganaderos y personal involucrado en el tratamiento de la garrapata.
Existen diversos métodos de aplicación de garrapaticidas, como inyectables, pour-on (aplicación dorsal) o baños de inmersión. Cada uno de estos métodos genera residuos que deben ser gestionados cuidadosamente. Por ejemplo, los envases de PVG inyectables pueden ser reciclados cuando sea posible o eliminados mediante enterramiento o incineración en lugares específicos designados para este fin.
Para los envases de garrapaticidas utilizados en baños de inmersión, se recomienda la técnica del triple lavado antes de su eliminación. Esta técnica implica llenar el envase vacío con agua, agitarlo y vaciar su contenido en un bañadero, repitiendo el proceso tres veces. Además, los residuos de bañaderos de inmersión deben ser inactivados antes de su descarte al ambiente, y se aconseja a los productores consultar con un veterinario o comunicarse con el Programa Nacional del Senasa para obtener orientación específica.
Es fundamental evitar la eliminación de residuos de garrapaticidas en corrientes de agua o cerca de ellas, así como prevenir la contaminación de fuentes de agua utilizadas por el personal del establecimiento o residentes locales. El manejo integrado de garrapaticidas se alinea con el concepto de Una Salud, que reconoce la interdependencia entre la salud humana, la sanidad animal y el medio ambiente. Por lo tanto, promover prácticas responsables en el uso de PVG es esencial para reducir el impacto ambiental y proteger la salud de las personas y el ganado en las zonas ganaderas con presencia de garrapatas.