Cada 28 de marzo se celebra en la argentina el Día Nacional de la Audición. Esta efeméride conmemora la primera cirugía auditiva de América Latina, la cual fue realizada por Juan Manuel Tato en 1933.
La fecha tiene como objetivo concientizar en la población sobre los parámetros normales de la audición, así como difundir material sobre los cuidados necesarios para nuestros oídos y cualquier trastorno que puedan sufrir, como es el caso de la hipoacusia.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la pérdida de audición es la discapacidad sensorial de mayor prevalencia en el mundo, ya que más de 275 millones de personas poseen sordera o padecen problemas al oír.
En la Argentina, la Ley 25.415 obliga la detección e intervención temprana de esta discapacidad: “Todo recién nacido tiene derecho a que se estudie temporalmente su capacidad auditiva y que se le brinde tratamiento en forma oportuna”.
La hipoacusia, sordera o deficiencia auditiva es un trastorno sensorial que consiste en la dificultad para escuchar, lo que también altera el habla, el lenguaje y la comunicación. Puede presentarse en forma unilateral, lo que significa solo en un oído, o bilateral, que es cuando ambos oídos están afectados.
La sordera puede ser congénitas o por causas adquiridas en cualquier edad. Entre las naturales, están las hereditarias o las no hereditarias como las complicaciones en el embarazo o en el parto, infecciones que haya sufrido la persona gestante, como también el uso incorrecto fármacos durante el período gestante, entre otras causas.
Las causas adquiridas se refieren al envejecimiento, las infecciones crónicas del oído, las enfermedades infecciosas, la obstrucción del conducto auditivo por cerumen o cuerpos extraños, los traumatismos craneoencefálicos, el consumo de algunos medicamentos ototóxicos y las exposiciones a ruidos fuertes y prolongados.
Es importante también estar atento a problemas para diferenciar sonidos o seguir conversaciones, así como la falta de equilibrio o mareos, la sensación de presión en los oídos o zumbidos que dificultan la audición. En caso de padecer estos síntomas, solicitar un turno con un médico otorrinolaringólogo y seguir al pie de la letra sus indicaciones.