El primer preferido del público brasileño fue Joao Fonseca, derrotado anoche por el joven nuevejuliense Mariano Navone que le ganó muy bien, pese a un público que en todo momento aclamaba y aplaudía al local y silbaba al argentino.
Navone no perdió el control, siguió firme con el plan de juego, y ahora es uno de los tres compatriotas que van por el máximo galardón. Este sábado en horas de la tarde se sabrá y a su vez, enfrente tiene al segundo favorito del público de Río de Janeiro, el británico Cameron Norrie, número 23 en el ranking de la ATP.
En este instancia también están los otros argentinos, Francisco Cerúndolo y Sebastián Báez.
De estos cuatro se decide cuales irán a la final; y quienes también jugarán por el tercero y cuarto puesto.
El discípulo de. Prof. Guillermo Cristóbal, que durante 11 años aprendió, entrenó y jugó en las canchas de polvo de ladrillo de Atlético 9 de Julio, arriba a esta instancia luego de haber superado varios desafíos. Ingresó como invitado y desde entonces es protagonista, en una semana, en territorio carioca donde registró su primer triunfo ATP y ya alcanzó semifinales.
Anoche, su tercera competencia en el máximo nivel- el ATP 500-, todas al hilo. Primero, luego de superar la etapa clasificatoria dejó en el camino a Federico Coria, con mayor experiencia que él, en el puesto 85° y para Navone era su debut en un certamen tan importante; después al alemán Yannick Hanfmann, en el puesto 56°; y hace menos de 7 horas se enfrentó al juvenil local, de 17 años e invitado por la organización, producto de su asombroso nivel para eliminar en sets corridos al francés Arthur Fils, puesto 36° y al chileno Cristian Garín, puesto 88°, partiendo del 668 y lo dejó fuera del circuito, con juego y decisión.
Navone responde cada desafío con técnica y con la planificación de su entrenador, Andrés Dellatorre que le cambia rápidamente modalidades y lo convirtió en la gran sorpresa del ATP 500 de Río Open.
“Esto es increíble, no sé qué decir, me siento muy bien ahora”, esto dijo el nuevejuliense anoche luego de la victoria, en buen inglés, a un hombre de prensa, hablándole al estadio.
Agencia MTR