Cada 29 de agosto se celebra en Argentina el Día del Árbol. La iniciativa fue del intelectual y político Estanislao Zeballos en el año 1901; con el fin de fomentar el cuidado de este importante recurso natural. Mientras que en otros países del mundo se conmemora este día el 28 de junio.
En Argentina existe la Ley de Bosques (26.331) para su protección, pero organizaciones ambientalistas advierten que no se destina el presupuesto necesario para que se cumpla. Mientras tanto, en el mundo hay un 29% de especies de árboles en peligro de extinción.
Los árboles juegan un papel fundamental en la conservación del medio ambiente porque producen oxígeno y transforman el dióxido de carbono (CO2) en biomasa, y de esta manera, reducen el efecto invernadero. Además, regulan los ciclos hidrológicos y contribuyen a evitar inundaciones. Ya que previenen la erosión de los suelos, favoreciendo el desarrollo de la agricultura.
Otro de los motivos de la importancia de los árboles es que son el hábitat de especies de plantas, aves, mamíferos, reptiles y anfibios. También contribuyen a regular el clima, reduciendo los efectos del cambio climático, generado principalmente por les humanes. En las zonas selváticas contribuyen a formar un ambiente húmedo. Además, son una fuente de materia prima para elaborar medicinas, alimentos, papel, combustible (madera y carbón), fibras y otros materiales naturales como corcho, resinas y caucho.
El Congreso de la Nación Argentina sancionó en 2007 la Ley N° 26.331 de “Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos”, que se reglamentó en 2009. La misma reconoce la multifuncionalidad del bosque nativo y los servicios ambientales con una visión integrada. Además, la norma plantea que estos servicios ambientales tienen la característica de ser comunitarios, es decir, que benefician a toda la sociedad. Argentina cuenta con 536.545 km² de bosques nativos, lo que representa el 19,2% de la superficie total del país.