Los nombres de cada persona no son caprichosos. Al igual que el apellido tiene un significado, y muchas veces un significante que expresa más que esa distinción con la cual es conocida.
La postulante a intendente de Nueve de Julio, María Elena ‘Male’ Defunchio tiene en sus nombres y apellido connotaciones propias de quien puede llevar adelante una representación de un pueblo. Claro, todo dependerá de las urnas.
Su primer nombre es María. Es el más usado en todos los continentes. Su aceptación es total y no presenta cuestionamientos. Siempre hay una ‘María’ o ‘Doña María’ que se destaca o sobresalió en las comunidades o sociedades. Y esos recuerdos suelen ser con afecto. Y tiene dos acepciones muy fuertes. Una es en hebreo, madre y la otra es del griego, señora.
Y hay que sostener lo que significa ser madre y señora en una sociedad dinámica y cambiante. No obstante, representan mucha fortaleza y compromiso; y denotan por añadidura el sentido de familia. Hacedoras de esa primera célula donde cada persona comienza su desarrollo y luego su inserción social. Es en el hogar donde se cultiva el amor, el cariño, la solidaridad, tender una mano, entre otras muchas más.
Y un gobernante no puede descuidar ello, ya que incluye valores de vida, amor, trabajo, sostenimiento, integración, comprensión y es la madre la receptora de las dificultades de sus hijos, y quien da palabras de aliento, equilibrio y visión para estimular el seguir adelante.
Elena, por si solo es un nombre que da luminosidad. Se trata de mujeres bondadosas y generosas que disfrutan ayudando a los demás. Los católicos tienen presente a Elena que ayudó al pueblo de Dios edificando iglesias, pero también fue bondadosa con los soldados, los prisioneros y los pobres. Y Elena significa antorcha, brillante, resplandeciente. Y los griegos fueron más allá, mujer que resplandece como el sol.
Y en el trabajo se desarrollan mejor como jefas, ya que tienen un gran sentido de la organización y el liderazgo. Además, tienen un talento muy especial para reconciliar intereses opuestos.
Y cuando alguien se pone al frente de una causa, enciende una antorcha para que su luz guie a sus seguidores.
Y la acción de conducir una comunidad conlleva la construcción no solo de edificios o viviendas, sino el de su desenvolvimiento, desarrollo, ayuda y cooperación.
Defunchio, es un apellido italiano, que en el antiguo latín, significa dar asistencia a los fallecidos.
Y en términos políticos, es ayudar a los más marginados o no considerados.
Otro desafío de gobernabilidad.
Casualidad o causalidad.
Una aspirante a gobernador el distrito de Nueve de Julio que puede convertirse en la primera mujer, tiene un nombre y apellido, capaz de interpretar no solo a ‘Unión por la Patria’ sino a las necesidades cotidianas de una sociedad que hacen al engrandecimiento de la patria chica.
De ella dependerá ponerse al hombro, con antorcha bien arriba las necesidades del pueblo de un distrito y hacer la construcción colectiva necesaria, incluida la asistencia a los marginados.