Es una realidad que, quien trabaja por un Modelo Bonaerense sólo sirve a ese Proyecto de Provincia, ni piensa de manera sectaria ni gestiona para las corporaciones. Para ello, dentro de un proceso lógico, es necesario comprender para poder distinguir y así apreciar el conjunto de la situación para resolver, es decir, ejecutar decisiones políticas. Entendiendo que, la política no se aprende sino se comprende y el que la llega a comprender está por encima de las pasiones.
Por ello, es urgente encontrar un marco de entendimientos entre los distintos frentes políticos, por encima de las pasiones ideológicas a las que representan -liberalismo o progresismo-y, debatir los temas que importan a la provincia y a su pueblo. Visibilizar los ejes transformadores que, ni políticos ni los “influencers” del periodismo ni los intelectuales y grupos económicos, locales como internacionales, desean desarrollar.
Estos ejes invisibilizados, que tienen que ver con la natural organización política de la comunidad, y nos permitiría salir de esta situación de inercia en la que estamos desde hace 40 años, podemos agruparlos en cuatro:
- EL EJE POLÍTICO: la derogación de los 3.500 decretos militares (desde 1955) aún vigentes en la vida democrática, muchos de ellos fueron consolidando a esta provincia unitaria. Y, llevar adelante una profunda reforma política, para recuperar la autonomía e independencia del porteñismo, que es una cosmovisión centralista, atlantista, negacionista de nuestro pasado mestizo y criollo. Asumiendo los gobernadores sus responsabilidades como verdaderos bonaerenses.
- EL EJE INSTITUCIONAL: recuperar el federalismo perdido, un sistema de organización patrio. Si bien no hay una Teoría Federal, son los gobernadores quienes deben establecer las reglas que regulen la relación entre ellos, y entre los gobernadores y el poder federal instaurando un Pacto de Lealtad Federal. Concibiendo al Municipio con autonomía plena y Carta Orgánica, no hay federalismo sin autonomía municipal. Son los vecinos quienes resuelvan la administración y organización interna de sus Municipios, no los Partidos Políticos o el gobernador de turno.
III. EL EJE PROGRAMÁTICO: el régimen de representación liberal se ha malogrado. Las listas sábanas conspiran contra la Democracia Federal. Se debe trabajar por una Democracia Directa, donde cada Municipio observe su sistema de elección que sea representativo a los barrios -circunscripción uninominal- y, los vecinos organizados coadyuven -colaboren- en el armado del presupuesto general comunal. Los Intendentes, podrán articular bloques regionales para una mejor administración de sus intendencias y sin perjuicio de las políticas regionalistas que impulse el gobierno provincial. La urbanópolis conurbanense es inviable, convertida en un agujero negro que nos está devorando a todos, por lo tanto, se debe repoblar el centro-sur bonaerense, con Municipios que no superen los 80 mil hab., incluso, reconociéndose nuevos Municipios. Y, plantear las granjas agrícolas para 250 “pueblos fantasmas” y 350 que desaparecerán en la próxima década, así recuperen su población, fomentado la pequeña explotación granjera, la “vuelta al campo” y la incentivación de la producción, una muestra de ello es el sistema de Kibbutz israelí.
- EL EJE SOBERANO: tenemos una infancia y una juventud subalimentada, generemos la capacidad y la voluntad para decidir nuestro destino junto a los recursos que la naturaleza ha puesto en nuestras manos, por lo tanto, declaremos la soberanía sobre ellos para delinear la comunidad que queremos, asegurando el alimento a nuestro pueblo, junto a sus recursos energéticos y minerales. Con un riquísimo acervo cultural, la cultura surera, que nada tiene que ver con la “industria cultural”, que se debe proteger y transmitir puesto que nos identifica como bonaerenses: pueblo noble, fiel, gaucho, trabajador, con un sentido de trascendencia necesario para impedir el avance de esta progresía deshumanizante, que viene insectificando a los pueblos. La Argentina es distinta a la de hace 20 años, la provincia de Buenos Ayres debe reforzar su posición Federal en los países integrantes del Mercosur y demás bloques regionales de la América Hispana.
En definitiva, los ejes mencionados son móviles que construyen futuro, el de una Nación Justa Libre y Soberana. Un tema que los bonaerenses de bien deben comenzar a debatir, como una Comunidad Organizada, punto de partida de todo plan o proyecto político. Armonizar y equilibrar los intereses del capital con las necesidades del trabajador, para convertirse en la locomotora que empuje a la Argentina a su grandeza con un pueblo feliz.
Para Cadena Nueve, Luis Gotte