Un informe del Ministerio de Salud, en la provincia de Buenos Aires hay 80 casos de dengue donde la mayoría de ellos son autóctonos, por lo tanto hay circulación comunitaria en municipios.
De ese total, 60 son autóctonos y 20 importados. Los casos autóctonos se registran en Berazategui (14), Tres de Febrero (6) y La Matanza (17).
Hasta el momento, se registró la presencia de dos serotipos: DEN1 en Berazategui y Tres de Febrero; y DEN2 también en Tres de Febrero y La Matanza, lo que aumenta las posibilidades de la existencia de casos de dengue grave por reinfección con diferentes cepas.
Si bien el crecimiento de los casos pone en alerta a las autoridades ante un escenario de alto riesgo epidemiológico, lo cierto es que la situación es muy diferente a la de 2019-2020, cuando se produjo el mayor registro de casos en la historia de la Argentina.
Además, también ha habido crecimiento de los casos de Chikungunya -otra enfermedad transmitida por el mismo vector, el mosquito Aedes Aegypti. En total, son 122 positivos, 38 de los cuales son autóctonos y 84 los importados.
Desde el Ministerio de Salud bonaerense informaron que los casos autóctonos de Chikungunya se registran en Pergamino (17), Quilmes (9), Almirante Brown (3), La Matanza (2), Lomas de Zamora (2).
Asimismo, el Ministerio de Salud de Santa Fe actualizó este jueves que ya son 2312 los casos de dengue confirmados y se aprobó un proyecto legislativo para declarar la emergencia sanitaria en todo el territorio santafecino.
El dengue tiene un patrón acorde con las estaciones: la mayoría de los casos en el hemisferio sur ocurren en la primera parte del año. Por lo tanto, debido al riesgo que genera esta enfermedad, se recomienda tomar acciones preventivas que combatan la propagación del mosquito Aedes aegypti.
La mejor forma de prevenir el dengue, la fiebre chikungunya y el zika es eliminar todos los criaderos de mosquitos. Las autoridades sanitarias advierten que la fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito, sacando el agua acumulada de latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados y todo objeto que pueda acumular agua. Por eso, deben eliminarse y evitar que se acumulen, tanto en el interior de las casas como en el exterior como patios y jardines.
Si no se pueden eliminar los recipientes porque se usan permanentemente, lo ideal es evitar que acumulen agua, dándolos vuelta tales los casos de baldes, palanganas, tambores o tapándolos como los tanques, cisternas, aljibes o cambiándoles el agua y cepillándolos frecuentemente tal el caso de los bebederos de mascotas.
Asimismo, se recomienda cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Y tapar los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.