Este domingo se cumplen 9 años que el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido nuevo papa con el nombre de Francisco, convirtiéndose en el primer pontífice de origen latinoamericano.
Además, es el primer papa jesuita y el primero proveniente del hemisferio sur.
El cónclave que se celebró tras la renuncia de Benedicto XVI y la Fumata blanca en la chimenea de la Capilla Sixtina, indicó ese 13 de marzo que había un nuevo Sumo Pontífice, el papa Jorge Mario Bergoglio, quien manifestó su voluntad de ser conocido como “Francisco”, en honor al santo de Asís.
Desde entonces, Francisco comentó un camino de poner a la Iglesia en salida.
La Iglesia es en salida y está “llamada a ser siempre la casa abierta del Padre”, resalta Francisco en forma constante. De modo que, si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, “no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas”.
Hoy es receptiva, comprensiva y acompañamiento en las necesidades de cada ser humano. Siempre lo fue, pero en este particular siglo XXI, fue necesario resaltarlo y revitalizarlo.
Fueron cinco votaciones en dos días de cónclave las que llevaron a su nominación.
En los tiempos de la iglesia y decisiones importantes del Vaticano, podría decirse que fue un acuerdo rápido.
Sorprendió al mundo y en particular a Argentina.
El día anterior, 12 de marzo, los cardenales se reunieron en la Capilla Sixtina y nada hacía prever que Jorge Bergoglio sería el elegido.
Y al día siguiente, el 13 de marzo de 2013 su nombre y apellido estuvo escrito en más de 77 papelitos, lo que significó que había superado la marca de los dos tercios de los votos, la que alcanzaba para ser elegido.
Y ese 77, recordó la enseñanza de 70 veces 7, y lo que significa para los católicos.
Y Francisco puso arriba el sentido del perdón y la importancia de la hermandad haciendo comprender que si el perdón de Dios es ilimitado… Que corresponde entonces entre los hermanos en Cristo?.
Y cuando se llegó a ese número, comenzaron los aplausos de reconocimiento y felicitaciones.
Después, se juntaron todos los papelitos y se quemaron, como corresponde según las normas, para que el mundo observase cómo por la chimenea de la Capilla Sixtina salía el humo blanco, que se logra al agregar a la quema una pizca de clorato de potasio, lactosa y colofonia.
Así fue que el Papa Francisco se convirtió en el primer argentino en liderar el catolicismo, hace 9 años.