El 27 de febrero de 1812, a orillas del río Paraná, Manuel Belgrano izó por primera vez la enseña albiceleste, derivada de la escarapela que él mismo había pedido que se instituyera.
Su creador buscaba con ese emblema darle identidad a un ejército y movilizar a los soldados a una lucha común.
Lo que no pensó que esa identificación se convertiría en la máxima referencia del país, si bien fue una demostración de que lo que se había iniciado en la Revolución de Mayo de 1810, donde se comenzaba a tomar un camino rumbo a la independencia y había que superar escollos importantes para que la autodeterminación de un pueblo sea aceptada y respetada por el resto de las naciones libres e independientes.
Ese suceso, del que hoy se cumplen 210 años, quedó inmortalizado con un imponente monumento ubicado en cercanías del lugar donde ocurrió este histórico episodio.
Y Manel Belgrano conteste con ese hilo conductor de Mayo de dos años antes, en esos días había creado dos Baterías, es decir, conjunto de cañones para atacar a los barcos que navegaban el Paraná, llamadas Libertad e Independencia, fortaleciendo ese camino a la independencia.
El prócer, a poco de establecerse en Rosario, por entonces un pueblo en crecimiento, le escribió al gobierno proponiéndole que el Ejército, no sólo el grupo del hombre que estaba con él, sino los que peleaban en el norte y en la Banda Oriental, utilizaran un distintivo, una escarapela de un tamaño mucho más grande del que conocemos, para poder diferenciarse dentro de un campo de batalla del enemigo.
Eso era muy importante en esa época porque no todos tenían uniforme y si lo tenían, no había muchas diferencias con el de los realistas, así que la escarapela era de mucha utilidad; y ese mensaje se completó con el nacimiento de la bandera.
Después de este acto, Rosario debió partir al ejercito del norte, para poner al mando, y tres meses después , el 25 de Mayo de ese 1812, hizo izar la bandera celeste y blanco, en Jujuy.
A 210 años, la bandera, se multiplicó y está en el corazón de cada argentino, donde quiera que esté. Une, moviliza y sensibiliza. Que esa conciencia se multiplique en actos de grandeza en el interés de la patria y ello le cabe a cada habitante, cualquiera sea su actividad o rol.
Agencia MTR