Nacido en San Rafael, provincia de mendoza, un 13 de septiembre de 1944, se conoció este lunes el deceso del padre Ernesto Eraso. Fue en la misma ciudad que lo vió crecer.
Su muerte fue por el Covid-19 luego de varios días de internación.
El sacerdote, durante una década en los años ’90, se desempeñó en la parria Nuestra Señora de Fática -hoy primer santuario de la diócesis – y eran muy seguida por los files las misas carismáticas, mensuales.
El padre Eraso, fue un sacerdote formado en teología, lector de temas generales, de amplia formación y reconocido por los files.
Fue ordenado diácono y luego sacerdote por monseñor Alejo Benedicto Guilligan el 5 de julio de 1975.
Incardinado en nuestra diócesis, sirvió como vicario parroquial en algunas parroquias y luego se desempeñó como párroco o administrador parroquial en “San José” de Mones Cazón, “Nuestra Señora del Pilar” de Los Toldos, “San José” de General Pinto, “Nuestra Señora de Fátima” de Nueve de Julio -donde aún es recordado gratamente por los fieles- “Nuestra Señora del Carmen” de Pellegrini y “Nuestra Señor del Rosario” de Juan José Paso.
Fue Director diocesano de catequesis entre 1984 y 1991.
En los últimos años residía nuevamente junto a su familia en San Rafael -atendido delicada y cariñosamente por su hermana y cuñado- y celebraba la eucaristía en una comunidad de religiosas cercana a su vivienda.
El obispo Ariel Torrado Mosconi ha pedido una oración en su memoria y celebrará la misa por su eterno descanso el próximo jueves 15 en el santuario de Fátima.