domingo, noviembre 24, 2024
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Día Mundial de la Población

La fecha reafirma el derecho de la gente para planificar sus familias con la posibilidad de acceder a la mayor información posible para poder hacerlo

En junio de 1989 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) instituyó el Día Mundial de la Población.

El objetivo era llamar la atención sobre la importancia de los problemas de población en el mundo, en particular en el contexto de los programas de desarrollo, y la urgencia de encontrar soluciones a los mismos.

La elección de la fecha es simbólica ya que el 11 de julio de 1987 el número de habitantes del mundo llegó a los 5.000 millones.

En la última década la población mundial experimentó un incremento sin precedentes, correspondiendo la mayor parte a los países en desarrollo.

Esta jornada de domingo reafirma el derecho de la gente para planificar sus familias, lo que impulsa actividades, eventos y difusión de información que ayuden a hacer real este derecho, principalmente para aquellos con mayor dificultad para acceder a la información y a los servicios necesarios para planificar sus familias, como la población marginal por los jóvenes.

Que la población pueda planear sus familias implica que puedan planear su vida. Pueden programar vencer a la pobreza, mejorar la salud de las madres e hijos, lograr una mayor equidad de género, planear derrotar la muerte materna y sostener a la juventud.

Más de 1.500 millones de personas tienen entre 10 y 25 años. Esta generación de adolescentes se aproxima a la adultez en un mundo que sus ancestros jamás pudieron imaginarse: Globalización, sida, comunicación electrónica y un cambio climático que ha modificado irrevocablemente el ambiente.

El escenario es heterogéneo, en razón de que los jóvenes comparten ideas, valores, música y símbolos a través de los medios masivos de comunicación y de la tecnología electrónica, lo que ha ocasionado el surgimiento de una cultura juvenil global. Muchos están organizándose y comunicándose a través de vías formales e informales.

Pero más de la mitad de los jóvenes vive en la pobreza con menos de dos dólares diarios. La mayoría de las veces carecen del acceso a las tecnologías y a la información. Muchos también enfrentan la desigualdad social, escuelas deficientes, discriminación de género, desempleo y sistemas de salud inadecuados. Esta situación se debe revertir, porque invertir en los jóvenes es invertir en los líderes futuros de las familias, comunidades y naciones del mundo.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas promueve y protege los derechos de los jóvenes, visionando un mundo en el cual los niños y las niñas tengan oportunidades óptimas para desarrollar plenamente su potencial, para expresarse libremente, para que sus opiniones sean respetadas y superen la pobreza, la discriminación y la violencia.

El Fondo trabaja a través de diversos sectores y con varios socios para:

Otorgar a los adolescentes y jóvenes las habilidades necesarias para lograr sus sueños, para pensar críticamente y expresarse con libertad. Promover la salud, lo que incluye permitirles el acceso a información de contenido sexual y reproductivo, educación, comodidades y servicios. Facilitar a los jóvenes el acceso a planes de vivienda y de empleo. Defender los derechos de los jóvenes, especialmente aquellos de las adolescentes y de los grupos marginales para que crezcan segura y saludablemente y sean objeto de inversiones sociales. Impulsar a los liderazgos juveniles y su participación en decisiones que les conciernan, incluyendo el desarrollo de sus sociedades.

La crisis del COVID-19 se ha cobrado un precio enorme en personas, comunidades y economías de todo el mundo. Pero no todos se ven afectados por igual. Las mujeres, que representan la mayor parte del personal sanitario de primera línea, por ejemplo, están desproporcionadamente expuestas al coronavirus. Las cadenas de suministro en todo el mundo están siendo interrumpidas, afectando la disponibilidad de anticonceptivos y aumentando el riesgo de embarazos no deseados. A medida que los países están bloqueados y los sistemas de salud luchan por hacer frente al coronavirus, los servicios de salud sexual y reproductiva están siendo marginados y la violencia de género va en aumento.

Recientes investigaciones del UNFPA han destacado que, alrededor de 47 millones de mujeres en 114 países de ingreso bajo y mediano no podrán utilizar anticonceptivos modernos si las medidas comunes de confinamiento, o las afectaciones relacionadas con la COVID-19, continúan causando interrupciones significativas de los servicios durante 6 meses, lo que resultaría en 7 millones de embarazos no deseados.

También se pueden esperar 31 millones de casos adicionales de violencia de género. La interrupción de los programas del UNFPA en el terreno podría provocar 2 millones de casos de mutilación genital femenina y 13 millones de matrimonios infantiles entre 2020 y 2030 que podrían haberse evitado.

Además, las mujeres trabajan desproporcionadamente en mercados laborales inseguros y se ven más afectadas por los impactos económicos del COVID-19.

Casi el 60 por ciento de las mujeres en todo el mundo trabajan en la economía informal, con mayor riesgo de caer en la pobreza. El trabajo de cuidado no remunerado de las mujeres ha aumentado como resultado del cierre de escuelas y las mayores necesidades de las personas mayores.

La población mundial a enero de este 2021 es de 840 766 869 (7840 millones) de personas.

Y nuestro país, tiene una población de más 45 millones de personas. Se encuentra en la posición 31 de la tabla de población, compuesta por 196 países y mantiene una muy baja densidad de población, 16 habitantes por Km2.

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