El día puede presentarse estresante, angustiante, incierto, con gran cantidad de pendientes sin resolver o tareas a entregar. La agenda está completa y llega ese pedido que complica aún más tu jornada.
El estrés es un agotamiento del sistema nervioso, con tendencia a volverse crónico, que produce un desgaste que da origen a síntomas cansancio físico, falta de energía, dificultades para concentrarse, alteraciones del sueño, e irritabilidad.
Las tareas rutinarias y en la misma posición por muchas horas pueden acarrear problemas graves de salud. Por lo que tomar unos minutos al día para realizar ejercicios, lejos de ser una pérdida de tiempo resulta en una mayor productividad.
Las pausas activas son descansos cortos durante la jornada laboral o de estudio. Su objetivo es recuperar la energía, mejorar la eficiencia, a través de diferentes técnicas y ejercicios que ayudan a reducir la fatiga, y prevenir el estrés.
Las pausas activas realizadas por los trabajadores o estudiantes, se aplican en varios países del mundo hace mucho tiempo, principalmente en China, consisten en la utilización de técnicas de movimiento y estiramiento, de bajo impacto, entre 5 a 15 minutos por día. Dedicar un momento a mover el cuerpo nos va a mejorar física y mentalmente, reduciendo el sedentarismo.
Javier Díaz, licenciado en Kinesiología y Fisioterapia, sostiene que: “Para que las pausas activas sean efectivas, es importante tener en cuenta que la respiración debe ser lo más profunda, lenta y rítmica posible. Hay que relajarse mientras se pone en práctica el ejercicio elegido, concentrarse en sentir el trabajo de los músculos y las articulaciones; no se tiene que sentir dolor y se debe realizar antes de sentir cansancio muscular”
Existen páginas web que muestran ejercicios de pausa activa, aunque siempre es recomendable consultar a su doctor, entrenador, o kinesiólogo de confianza sobre cuáles son los adecuados para cada caso en particular.
Expertos psicólogos, médicos y estudiosos del tema, dan otras estrategias que ayudan a atravesar un momento estresante:
- La organización del tiempo es clave. La mayoría dedica su tiempo a las tareas urgentes, y no a las importantes, dejando las decisiones estratégicas de lado. Aprender a delegar es la clave, informar a compañeros de actividades que pueden realizar.
- Adquirir el hábito de usar la agenda, planificar por día, semana y mes. Ver el formato de más fácil uso según la costumbre. Puede ser en papel, una aplicación en el celular o pizarrón con papelitos lo que más te guste.
- Comenzar el día con la tarea más compleja. Si la labor a realizar cuenta con varios pasos. Dividirla en varios días, especificando un objetivo cada día y cumplirlo.
- Evitar la multitarea o multitasking, esta capacidad de hacer dos o más tareas en un periodo de tiempo. Enviar un mail, atender el teléfono, chequear redes sociales, terminar un informe, todo a la vez.
El Dr. Facundo Manes (Neurólogo y neurocientífico. Docente y escritor. Investigador CONICET) dice que nuestro cerebro tiene la capacidad de procesar una cierta cantidad de información por unidad de tiempo en el presente. Tiene dos cuellos de botella: uno es la atención (cuando tenemos dos fuentes de información suficientemente complejas, la eficiencia de una decae como consecuencia de la otra); y la otra, la llamada “memoria de trabajo” (el espacio mental en que retenemos la información hasta hacer algo con ella). Esta memoria tiene una capacidad finita en los seres humanos y es extremadamente susceptible a las interferencias. Cuando se intenta llevar a cabo dos tareas demandantes al mismo tiempo, la información se cruza y se producen muchos errores. Muchas veces se plantea que la multitarea (multitasking) podría ser beneficiosa para entrenar nuestra capacidad para el paso rápido y eficiente entre actividades. Sin embargo, existe evidencia científica de que las personas que funcionan con esa modalidad se dispersan más cuando pasan de una a otra. Y agrega con más detalle: “desde el punto de vista del funcionamiento cerebral, estamos capacitados para realizar muchas tareas, por supuesto, pero debemos focalizarnos en hacer una de estas por vez. Tener muchas cosas para hacer y hacerlas una por vez (que es lo recomendable) no es lo mismo que intentar hacer varias cosas al mismo tiempo. La multitarea tiene un costo cognitivo.”
- A nivel personal llevar un plan de alimentación saludable y realizar actividad física.
- El trabajo colaborativo ayuda a enfrentar una decisión, consultar a otras personas que entienden del tema puede dar una visión diferente del problema. Estudiar en grupo.
- Concentrarse en las tareas logradas y no en las pendientes. Focalizarse en los objetivos cumplidos.
- Mantener el orden y aseo del lugar de trabajo o estudio, así sea en la empresa o en el hogar. Trabajar o estudiar en un lugar bien iluminado y arreglado, motiva.
Estas estrategias funcionan de distinta manera en cada persona. No son recetas que todos podemos replicar, sino que probarlas puede ayudarte si te sentís agobiado. Es importante recordar que podés buscar ayuda profesional, si sentís que la situación te desborda. Además de lo significativo que es el acompañamiento familiar en estos casos.
Fuentes de la información:
“Los 7 hábitos de la Gente Altamente Efectiva” Stephen R. Covey
https://buenavibra.es/movida-sana/bienestar/facundo-manes-la-multitarea-y-los-perjuicios-del-que-mucho-abarca/
Diario Infobae. 16 abril 2018
https://youtu.be/BW3CG9kKTkU Oficina Activa Canal You Tube
https://www.hospitalaleman.org.ar/mujeres/estres-laboral-por-que-se-produce
Agencia MTR