En el día de ayer el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció por conferencia de prensa la vuelta a las clases presenciales, a partir del miércoles 16, de todos los niveles educativos en los distritos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), argumentando que estos han podido “salir del sistema de alarma epidemiológica en la que se encuentran” y cambiar “de fase 2 e ir a fase 3”. Mientras tanto los distritos del interior continuarán con restricciones más duras y la presencialidad seguirá suspendida. Sin embargo, la mayoría de ellos son más pequeños, tienen menor cantidad de habitantes y cuentan con mejores indicadores que el resto.
¿No resulta curiosa esta decisión? ¿Qué diferencia hay entre un municipio del AMBA y otro del interior respecto al impacto emocional y pedagógico que genera la no posibilidad de ir a la escuela? Hoy hay lugares del Conurbano incluso que tienen números más complejos que el resto. Pero lo más grave es que están usando los criterios de diferente manera según el momento, dejando de lado solo a algunos bonaerenses que “casualmente” viven en distritos mayoritariamente gobernados por Juntos por el Cambio.
Lamentablemente, este “ida y vuelta”, la falta de objetividad en las decisiones y la constante variación en los criterios, terminan confundiendo a los vecinos y a los responsables de aplicar estas medidas a nivel municipal.
Por todo ello, desde el Bloque de Diputados y Diputadas de Juntos por el Cambio le solicitamos al Gobernador y a su Gabinete, que expongan con claridad los motivos por los cuales gran parte de la Provincia ya lleva, en lo que va del año, más de un mes sin clases presenciales y se discrimina al inter