Existe un grupo de dirigentes que se consideran libres de decir lo que quieran, cualquier cosa, pero si alguien les replica, se sienten ultrajados. A ese intolerante grupo pertenece el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro. Sus dichos, son en general ataques, sus fundamentos suelen basarse en mentiras, y su objetivo permanente es la descalificación.
Como si en el empequeñecimiento del adversario (enemigo en su doctrina) encontrara la satisfacción de sentirse grande y realizado, posición que no logra alcanzar por mérito propio sin menospreciar a los demás.
Algunas de esas mentiras, a las que nos hemos acostumbrado a escucharle, son por ejemplo: que hemos deteriorado el Hospital Julio de Vedia, que no se construyeron viviendas, que no se hicieron obras de infraestructura.
Pero al relato se lo mata con dato.
En Nueve de Julio, y de manera similar en todos los municipios de la zona, durante el mandato de Cambiemos se amplió la red de gas, se construyeron 3 colectores cloacales, se invirtieron millones en desagües pluviales, hubo pavimentación récord, nuevos accesos, nueva ruta provincial 65, obras de energía, hidráulicas, se hicieron viviendas después de más de 20 años, y así podría seguir enumerando los grandes trabajos que se han ido realizando desde el 2015.
Ahora resulta que de los creadores de “el cemento no se come”, llega la idea de que en la gestión de Cambiemos no se hicieron obras. Tenemos que reconocer que muchas veces la mentira persistente les ha ofrecido buenos resultados, pero en este caso ha logrado hacerlos caer en el ridículo, ese del que no se vuelve.
El hospital Julio de Vedia, de la ciudad de Nueve de Julio, se ha modificado como nunca antes desde su creación. Cuenta con una nueva guardia y una nueva terapia intensiva, obras que fueron esperadas y prometidas por los socios partidarios de Zurro, durante DECADAS. Quienes critican esas maravillosas obras, que benefician a miles de vecinos, son los mismos que a través de sus funcionarios políticos celebraron cuando el
mismo hospital recibió insumos como guantes y algodón durante la pandemia. Son los que parten de una falsedad y como consecuencia siempre llegan a otra.
El municipio sigue cubriendo las necesidades del Hospital Provincial, entregando medicamentos, y suministrando elementos necesarios para sobrepasar el contexto tan complejo que se está viviendo por el Covid-19.
Pero no vale la pena explicar cada una de sus mentiras, ya que sería faltarle el respeto a los vecinos y actuar como él lo hace, al decirle a todos los que ven y viven esas obras que en verdad nunca existieron.
Nosotros estamos en las antípodas de los que como él pegan, ensucian; cometemos errores como todos, pero tenemos bien en claro que perseguimos en todo momento un objetivo democrático, republicano y federal.
Donde el debate, es un medio para alcanzar consensos y no para destruir al otro, donde los recursos se distribuyen sin arbitrariedades y las obras son para beneficiar a los vecinos, y no a los intendentes.
Durante mucho tiempo hemos considerado, erróneamente, que la mejor manera de neutralizar este tipo de bravuconadas era no respondiendo, no entrando en un juego que generalmente no conduce a nada. Sin embargo, hemos aprendido muy a nuestro pesar, que el silencio no es la mejor herramienta, que incluso puede llegar a resultar cómplice en algunas ocasiones.
Por eso esta respuesta, porque no merecen la exclusividad ni siquiera en sus atropellos, porque estaremos siempre dispuestos a debatir, a discutir, pero cuando vienen los autoritarios, cuando llegan los intolerantes, los mentirosos, no los vamos a seguir tratando como si fueran nuestros amigos.
Construyamos una Argentina donde las agresiones infundadas tengan mala prensa, donde las mentiras sean rechazadas y los mentirosos reprobados, donde los matones que gritan parados sobre el trono de sus privilegios sirvan solamente de ejemplo, para que las nuevas generaciones visualicen que es lo que no se debe hacer si
queremos tener un mejor país.
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*Presidente Bloque Juntos por el Cambio – Nueve de Julio