La política ambiental es una temática de agenda mundial y de ello nuestro Partido no puede darse por eludido. En el último tiempo la ciudad de 9 de julio se vio atravesada por un humo proveniente del basural a cielo abierto.
Un basural que viene de muchos años pero que nuestras autoridades deben solucionar. Este tipo de sitios de disposición final, sin control, es un foco de contaminación constante de nuestro aire como de su tierra.
El municipio ha realizado ciertos avances en materia ambiental con políticas sobre reciclado y la disminución de los residuos que se entierran en nuestro basural; pero claramente esto no es suficiente y el basural es un problema de salud pública.
Sé, porque es de público conocimiento, que se aguarda con infinita paciencia un potencial fallo favorable de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires y, eventualmente, de la Corte Suprema de la Nación para que el “Monte Gobierno” pase a manos del municipio y allí radicar el futuro basural; O mejor dicho, el punto de disposición final de nuestros RSU (Residuos Sólidos Urbanos). El cual debe contemplar la radicación de un relleno sanitario.
¿Qué es el relleno sanitario?
Es una fosa que, varía en su profundidad dependiendo de las características del suelo, la que es cubierta por una geo-membrana que hace de impermeabilizante para que los ácidos (lixiviados) no contaminen el suelo e incluso evita que lleguen a las napas.
Una vez que se llena ese espacio el mismo se cierra y se puede forestar. En varias partes del mundo han realizado parques y espacios de recreación.
Una alternativa viable y de solución a corto plazo
Nueve de julio está en condiciones de afrontar un proyecto serio que pueda solucionar esta problemática. Que evite que se siga contaminando nuestra querida ciudad hasta en cuanto se obtenga un potencial fallo favorable sobre el “Monte Gobierno”.
Para ello, entiendo que se podría avanzar en el diseño de un relleno sanitario y el emplazamiento dentro del mismo predio de disposición final. Por lo que será fundamental reordenar el espacio existente. Lo que posibilitara un cuidado significativo del ambiente y, por consiguiente, de la salud pública.
A su vez, cabe destacar que esta política viene acompañada una planta de tratamientos de residuos sólidos urbanos (mejor conocida como Planta de Reciclado). Que permite reducir la cantidad de residuos que van a la disposición final, así como también el de aportar desde nuestra ciudad un granito de arena al cuidado del medio ambiente y al cambio climático.
Siempre y cuando se realice un buen trabajo nos dará la posibilidad de contar con una solución sanitaria con 10 años de durabilidad mínima. El cual nos daría un plazo prudente hasta logra la solución definitiva y duradera con la adquisición del “Monte Gobierno” y en consecuencia, el ejercicio pleno de su derecho a uso por parte del Municipio.
Ejemplos de municipios vecinos
A modo de ejemplo vale, resaltar que ciudades de similar población y presupuesto, como Trenque Lauquen y Bolívar lo han logrado y disfrutan de sus beneficios.
La planta de reciclado de Bolívar, la que tuve la oportunidad de visitar, ocupa un espacio aproximado de 50 x 60 metros (media manzana), trata más de 25 toneladas diarias y recupera todo el material reciclado. A su vez, con lo orgánico es destinado a un lombricompuesto.
Mirar para atrás, y buscar culpables en el pasado nos lleva a una discusión estéril que poco construye en relación al 9 de julio que soñamos para nuestras futuras generaciones, urge en lo inmediato planificar con una mirada local, sin esperar la solución externa – en este caso un fallo de la justicia –; pero en el mientras tanto, ponemos en riesgo la vida de los bomberos, impedimos el crecimiento de la ciudad y nos estamos contaminando día a día. Estoy convencido que nuestras autoridades locales pueden avanzar en un proyecto así y concretarlo.
*El autor en Prof. Legal I y II (Derecho ambiental) UTN San Nicolás