Estamos ante una situación histórica, única y excepcional. El COVID-19 nos expone en nuestras particularidades, con nuestras falencias, deudas y fortalezas como sociedad y Estado. Los argentinos y en particular los nuevejulienses debemos discutir entre todos los actores cómo sobrellevamos este tiempo de cuarentena, cuáles son las prioridades que debemos definir mientras dure el peligro de poder enfermarnos, y sobre todo, el futuro post Coronavirus.
Los datos nacionales e internacionales, nos marcan la complejidad de esta Pandemia, pero con la particularidad que se trata de ensayar respuestas y soluciones, frente a la incertidumbre que genera lo desconocido y cuáles serán las reales consecuencias.
Nuestra región tuvo una ventaja, ya que la pandemia llegó más tarde, esto permitió al Presidente de la Nación, el Gobernador y a nuestro Intendente tomar distintas medidas anticipatorias. Un ejemplo muy bueno de esto a nivel nacional y que se replicó a nivel local, fue la conformación del Comité Conjunto de Crisis en Salud, que permite la coordinación de acciones con todos los actores sanitarios locales.
Esta medida en la cual el Intendente define las decisiones a tomar junto a los expertos y el sistema local de Salud, sería deseable que se implemente una metodología similar en lo social y lo económico. No se trata de que la oposición o los sectores políticos presentemos nuestras propuestas en búsqueda de una foto. Debemos reunir a los actores principales de nuestra economía y a un gran número de especialistas en estas áreas, para pensar medidas que atiendan, en primera instancia, la situación mientras dure la cuarentena, pero también y principal, qué medidas podemos tomar atendiendo a las particularidades que presenta nuestro municipio, ya que la cuarentena no será indefinida, la economía debe seguir funcionando.
Como dijo el Senador Nacional Martin Lousteau, refiriéndose al futuro económico de nuestro país “El conocimiento teórico y el saber practico que aplicamos en lo sanitario debe ampliarse a otras áreas, para que el consenso político que se ve hoy, y que contribuye a la tranquilidad de la ciudadanía, también pueda mantenerse en circunstancias más difíciles que seguramente llegaran”.
Tenemos la oportunidad y el consenso necesario, para convocar un Consejo amplio, que trabaje sobre dos dimensiones temporales: lo urgente por un lado y lo que viene después en el mediano y largo plazo. El desafío es de todos, por un lado cómo hacemos para volver a funcionar y estar en sociedad con nuevos hábitos, lo más rápido posible, pero también, cómo empezar a cambiar y poner en marcha aquellas falencias que han quedados expuestas hoy más que nunca.