El brócoli es una hortaliza que pertenece a la familia de las crucíferas (coles). Es muy nutritivo, su consumo resulta beneficioso para las personas en todas sus edades y no puede faltar en la dieta de las familias. Contiene vitaminas C y A, minerales y, particularmente, es una fuente importante de hierro. Es rico en carotenos, selenio, potasio, calcio vegetal, fibra, vitaminas del complejo B y proteínas vegetales, lo que lo convierte en un poderoso antioxidante.
En vísperas del Día de la Nutrición, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), por intermedio de su Centro regional Pampeano, alienta a su consumo, dadas las bondades de este alimento en relación al contenido de fibra y su acción barredora de las vías digestivas, mejorando la eliminación de toxinas y restos indeseables del sistema digestivo.
En Argentina, las provincias donde mayormente se cultiva son Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
El Senasa aplica normas de tipificación, empaque y fiscalización de las hortalizas frescas con destino a los mercados de interés nacional. Su reglamentación es necesaria con el fin de ordenar adecuadamente la operatividad de dichos mercados mayoristas. Esto redunda en favor del sector productor y del público consumidor.
Los productores deben considerar el cumplimiento de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), además de respetar el acondicionamiento, almacenamiento y transporte para garantizar la calidad del producto.
Previo a que llegue a las góndolas, este alimento reviste un trabajo concatenado entre los diferentes eslabones de la cadena agroalimentaria que garantiza la inocuidad y calidad del producto en beneficio de la salud de los argentinos