El 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes con el objetivo de concienciar sobre la enfermedad, dando a conocer las causas, los síntomas, el tratamiento y las complicaciones asociadas. Además, el Día Mundial de la Diabetes recuerda que la incidencia de esta grave enfermedad se halla en aumento y continuará esta tendencia si no se emprenden acciones para prevenirla, de ahí la necesidad de la modificación de los estilos de vida, para lo que resulta imprescindible la intervención de los profesionales sanitarios.
La Federación Internacional de Diabetes (FID) centrará el Día Mundial de la Diabetes 2018-19 en “La familia y la Diabetes” con los objetivos de aumentar la conciencia del impacto que la diabetes tiene en la familia y la red de apoyo de los afectados, y promover el papel de la familia en la gestión, cuidado, prevención y educación de la diabetes.
Más de 425 millones de personas viven actualmente con diabetes, de las que la mitad aproximadamente no está diagnosticada. Las familias tienen un papel clave que desempeñar al abordar los factores de riesgo modificables para la diabetes tipo 2 y deben contar con educación, recursos y entornos para vivir un estilo de vida saludable.
El farmacéutico y la farmacia comunitaria tienen un importante papel en la detección del paciente diabético, tal como muestra el estudio piloto realizado por farmacéuticos comunitarios españoles, así también es fundamental la labor del farmacéutico asistencial en la adherencia y seguimiento del paciente.
Uno de los problemas más relevantes en los pacientes diabéticos sigue siendo la falta de adherencia a los tratamientos. En España, los pacientes con hipertensión (52%), diabetes (56%) y EPOC (41%) presentan, en general, valores bajos de adherencia. La complejidad de los tratamientos y algunos aspectos socioculturales y psicológicos, asociados a estas enfermedades, determinan en muchos casos la falta de adherencia. Además, en estas patologías la dificultad que plantean los tratamientos no farmacológicos asociados, que a menudo implican cambios en los hábitos de vida, pueden suponer una barrera importante para la adherencia, entendida como el cumplimiento farmacológico y no farmacológico.
La figura del farmacéutico comunitario presenta una serie de características que pueden mejorar la adherencia al tratamiento: proximidad al paciente y su entorno familiar, facilidad de comunicación farmacéutico-paciente, conocimiento más rápido de todo el arsenal terapéutico disponible y de toda la medicación que toma el paciente; además, suele ser el último profesional sanitario con quien el paciente mantiene contacto antes de iniciar su tratamiento.
En este sentido, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos viene poniendo en marcha iniciativas como la Red de Investigación en Farmacia Comunitaria, RIFAC, con el fin de promover la investigación en el ámbito de la farmacia comunitaria. Entre sus objetivos, destacan el promover el valor asistencial del farmacéutico y farmacia comunitarios como profesional y establecimiento sanitarios.
Respecto a la Diabetes, entre otras acciones, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y la Federación Española de Diabetes (FEDE) suscribieron un convenio con el objetivo de mejorar la calidad asistencial de las personas con diabetes. Por otra parte, con motivo de la celebración de este Día Mundial, se ha elaborado el punto farmacológico nº 129 que ofrece información a los farmacéuticos acerca de la Diabetes Mellitus, su tratamiento o el fundamental papel del farmacéutico asistencial.