Gran Bretaña invadió a Estados Unidos. Fue cuando este país, procuró ocupar territorios de Canadá en manos de sus antepasados Europeos. El 18 de agosto de 1814 es considerado un punto trascendente de las tres invasiones inglesas. Fue la primera vez que el territorio estadounidense fue ocupado.
Un comando llegó hasta la capital, incendió la Casa Blanca, quemó edificios en Washington, incluido el Tesoro, y el presidente James Madison escapó junto a su familia.
La historia presenta estos acontecimientos como la guerra anglo-estadounidense de 1812.
Todo comienza cuando a los Estados Unidos fue en busca de las colonias del Reino Unido en Canadá. Los enfrentamientos se dieron por tierra y por mar.
Entre otras causas de la guerra estaban las restricciones al comercio impuestas por el Reino Unido a causa de la guerra que mantenía en Europa contra Francia, el reclutamiento forzado de marineros mercantes estadounidenses para servir en la Marina Real Británica y el apoyo británico a los pueblos indígenas de Norteamérica que se oponían a la expansión de Estados Unidos.
Cuando los ingleses liberaron parte de su ejército tras haber terminado el conflicto con Napoleón, envía a sus tropas a Estados Unidos. Lo hicieron en tres grandes columnas para la invasión. Así lograron ingresar en partes de Maine y tras la victoria en la batalla de Bladensburg el 18 agosto de 1814 pudieron tomar la ciudad de Washington D.C. e hicieron arder sus edificios públicos, incluyendo la Casa Blanca y el Tesoro.
Al finalizar la guerra ambas naciones ocupaban territorio rival, pero estas áreas fueron restituidas gracias al Tratado de Gante. En el tratado ambas naciones llegaron a un acuerdo de paz que devolvía las fronteras al statu quo previo a la guerra.
En Canadá esta guerra se recuerda como una victoria al evitar la conquista de sus vecinos del sur, mientras que en Estados Unidos es celebrada como el nacimiento de un nuevo espíritu de unidad nacional de la joven nación y una importante demostración de fuerza internacional que haría que desde Londres no se volviera a cuestionar la independencia estadounidense.