Este 14 de febrero se celebra en todo el planeta, como día de los enamorados; o de la amistad.
Es que el gesto de San Valentín – su patrón- desafiando al poder de entonces, para casar a enamorados, demostró que le daba más importancia al amor que a las reglas que privilegiaban la guerra por sobre tan noble, altruista y sensible sentimiento, como es el amor. Es que el sacerdote razonaba ‘construyamos desde el amor y no desde la guerra’.
En la mayoría de los países se celebra hoy el ‘Día de los Enamorados’ en tanto, en algunos pocos, es el Día de la Amistad.
El sacerdote que dio origen a esta celebración respetaba que “Donde hay amor hay vida”, como dijera Mahatma Gandhi de cuya existencia jamás supo, pero del respeto del sentimiento de dos personas que querían compartir sus días, por siempre, sí.
A medida que transcurre la vida de los enamorados, gana espacio lo que alguna vez dijo Albert Einstein: “Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después todo el amor pertenece a los pensamientos”. Esto es lo valedero cuando la pasión da paso a la reflexión y se construye un andar juntos que perdura en el tiempo.
Lo cierto es que millones de personas en todo el mundo celebrarán el amor que sienten por sus seres queridos, que no solo tiene por qué ser hacia su pareja sino también a familiares y amigos.
“El amor verdadero hace milagros, porque él mismo es ya el mayor milagro”, dijo Amado Nervo. Y quizás la fecha sirva para volver a enamorarse de la esposa, esposo, pareja, de la vida, de las profesiones, de las actividades, motivos para vivir cada día, ya que la gesta de San Valentín, encerraba en su decisión, más que unir para siempre ante Dios a los soldados con sus novias o prometidas, el compromiso de hacer con amor cada acto de la vida… lo que parece olvidarse en una sociedad acelerada y egoísta.
En este mundo de encuentros y desencuentros amorosos donde la primera dificultad aleja a las parejas, lejos de encontrar el camino del reencuentro, con el mismo deseo que los uniera, vale la frase de León Tolstoi: “El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil”.
San Valentín como patrón de los enamorados ha movilizado y moviliza encuentros, esperanzas, perdones, a punto tal que la historia cuenta que al ser San Valentín como un día de festejo para los enamorados, el rey Carlos VI de Francia, creó la Corte del Amor, mediante la cual, el primer domingo de cada mes y durante el Día de San Valentín, se efectuaban una serie de competencias en las cuales los participantes competían para conseguir pareja entre las doncellas cortesanas.
Los enamorados merecen recordar que la fiesta de San Valentín fue declarada por primera vez alrededor del año 498 por el papa Gelasio I. Fue un médico romano que se hizo sacerdote y que casaba a los soldados, a pesar de que ello estaba prohibido por el emperador Claudio “El Gótico”, por considerar incompatible al matrimonio con la carrera de las armas, y terminó decapitándolo en el año 270. Es decir, dio su vida por el amor del otro, en este caso ese tan particular e indescriptible como es el sentimiento de dos personas que se aman. Que sirva de ejemplo ante rupturas tempranas que luego acarrean arrepentimientos, cuando ya es demasiado tarde. “Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama”, escribió Alfred de Musset. La frase encierra mucho de ello.
Que la celebración del ‘Día de los Enamorados’ también expanda esa alegría de sonrisas frescas y espontáneas de cada pareja, a la sociedad para una mejor convivencia, por lo menos un día, con amor.
En el Día de los Enamorados, con renovado amor, Felicidades!