El arbol de navidad se arma el Día de la Inmaculada Concepción de María. La tradición cuenta que fue San Bonifacio quien lo adornó con manzanas (que para los cristianos representan las tentaciones) y velas (que simbolizaban la luz del mundo y la gracia divina).
Al ser una especie perenne, el pino es el símbolo de la vida eterna.
Además, su forma de triángulo representa a la Santísima Trinidad.
Uno de ellos, con esta simbología luce en Plaza Belgrano de Nueve de Julio. Estará hasta el día siguiente a la festividad de Los Reyes Magos, 6 de enero de 2018.