El domingo 22, cumpliendo con una costumbre de muchos años, junto a un grupo de amigos, tras votar, aguardamos el resultado reuniéndonos en un asado. El atardecer campestre se prestaba para la ocasión.
La particularidad de Arturo, uno de los organizadores-comensales, es que siempre trae la ‘precisa’. Se lo veía alegre y no cabía en su cuerpo. Sostenía que comienza el fin de lo que él llama ‘Perolandia’ (dentro de esa denominación incluye a seguidores de Perón y oportunistas perdedores de otras fuerzas que allí recalan cuando en su espacio ya no cuentan).
Con mesura, el resto de los convocados le hacían un análisis distinto. Le daban crédito a Cristina y oxígeno al movimiento.
Ya en la mesa, llegaban los resultados donde Cambiemos sacaba ventaja en todo el país, pero la atención estaba en “Bullrich-Fernández” y 9 de Julio.
La derrota de la ex-presidenta alimentaba el ego de Arturo. Y cuando Tinetti dijo en la transmisión de Cadena Nueve que el justicialismo de 9 de Julio había sufrido la peor derrota desde el ’83 a la fecha y que Cambiemos superó un hecho histórico con Jesús Blanco al frente, pensamos que ‘Perolandia’ está en caída libre y sin paracaídas.
Veamos. La otrora ‘unidad básica’ con la paupérrima elección, el papalón de concejales que piden el voto de Cristina por fuera y Banchero sosteniendo a Cumplir, nadie plasmó esa idea y dejaron al espacio en terapia intensiva.
En estos años de democracia, se han visto películas de las más variadas, pero ninguna tenía el final pronosticado por Arturo.
La derrota de Cristina donde queda sola con sus seguidores y el peronismo que busca rearmarse en elecciones internas los tiene como peces perdidos en el mar tras un Tsunami. Desconcertados y ‘sálvese quien pueda’.
Además, ya nadie quiere recordar cuando Perón les dijo ‘compórtense como es debido’, donde primero está la Patria, después el movimiento y luego los hombres, para no terminar enredados ni enrejados.
La solidez de Cambiemos en poco tiempo y lo demuestra en el amplio triunfo nacional, ‘llegó para quedarse y crecer’.
Si se observa en el distrito un trabajo de afuera hacia adentro de los diputados unidos en el espacio – Silvestre y Vivani promoviendo ideas-obras- ; y el equipo municipal, dando respuestas concretas a las necesidades de los vecinos, el frente está pertrechado para seguir avanzando mirando el futuro inmediato, 2019 y proyectarse más allá.
El justicialismo diezmado y sin líder, buscará en una interna para diciembre un reacomodamiento, el que nada fácil será ante los intereses personales de subsistencia de quienes confrontarán, sin grandezas.
Además, una campaña para el 22 pasado, donde la iniciativa de ‘pegar’ a Silvestre que hoy goza de buena salud política no resultó – murió en el intento -; y luego la tentativa de desacreditar al Intendente Barroso, le costó que ningún representante llegase al recinto de Concejales, habiendo perdido cinco bancas en menos de dos años – tres por final de mandato y dos por haber formado unibloques -, ponen en claro que el camino de descenso del peronismo es acelerado y como nadie imaginó. Algunos creen como Arturo, que ‘es el comienzo del fin’.
Esta suerte de Tsunami- Cambiemos afectó a otros espacios. 1País, ha comenzado a perder dirigentes, caso Marianela López que ya habló con su marido para que le acomode la cocina, ya que cree que ser ama de casa le sienta bien y en el distrito quedó solo un representante.
Dentro de la UCR, comentaron el voto del último ex-Intendente. Dudan de su comportamiento en la soledad del cuarto oscuro. Había apoyado a Banchero, y por expresiones realizadas días previos a los comicios, consideraron que ‘su voto fue muy pensado’, teniendo en cuenta el tiempo que tardó en salir del mismo.
Este debilitamiento de los otros partidos y algunos dirigentes aislados, han fortalecido a Cambiemos como nunca antes lo había alcanzado otra fuerza política. Es más, rompió el hecho histórico de Jesús Blanco, quien en una elección intermedia – 1993, había logrado el 53% de los votos. Hoy esta alianza lo superó con creces. Sumó el 57% entrando así en la historia.
Conocido el resultado y habiendo observado lo que había pasado en todo el país un amigo que le gusta decir “somos peronchos”, reflexionó, “Estamos en el fondo del mar y con poco oxígeno”.
Su interlocutor le acotó “se terminó perolandia”?…. Su amigo guardó silencio y luego de unos segundos le dijo: ‘tengo lugar en Cambiemos’.?