“La emisión del voto a viva voz podía provocarle graves inconvenientes al votante que iban desde la pérdida de su empleo o la pérdida de la propia vida si su voto no coincidía con el del caudillo de su circuito electoral. Cuenta Sarmiento en una carta a su amigo Oro por las elecciones 1857: “Nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror. Encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; soldados armados recorrían las calles de la ciudad, acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros; en fin: fue tal el terror que sembramos, que el día 29 triunfamos” (Fuente: www.elhistoriador.com.ar).
No tenían ningún problema en admitir que habían hecho fraude, pero un “fraude patriótico”, porque se hacía para salvar a la patria de la voluntad de unas masas no preparadas para elegir, para salvar a la patria de la chusma radical.
Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Aquellos son los padres ideólogos de los gobernantes de hoy, con desestimación por la democracia y su idea de que son los únicos con capaces a gobernar un país al que ven como su propiedad privada, como una extensión de sus estancias. Con exclusión de las mayorías populares derivado del modelo agro-exportador, favoreciendo a la minoría gobernante, como único proyecto económico.
El fraude es la parte negra de la historia política argentina y también del gobierno de Cambiemos. Macri llegó al poder prometiendo todo lo que sabía que no iba a cumplir, y en efecto no hicieron (respetar las Instituciones, pobreza 0, no iba a devaluar, no iba a quitar subsidios, iba a mantener futbol para todos, etc.).
El nombramiento de 2 Jueces de la Corte por Decreto, el ataque contra la Procuradora Gils Carbó, el despido de un director del BCRA, como también del Auditor General de la misma entidad, por el mismo medio y la misma “culpa”, pensar diferente. La desaparición de Santiago Maldonado a manos de Gendarmería, protegida por un silencio gubernamental, es otra. Los Panamá Papers del Presidente y su familia; el comportamiento de Macri con la justicia, ocultando su corrupción, hablan de lo que es capaz este gobierno, cuyo estilo es de un cinismo nunca visto en la política argentina.
El fraude es una de las más graves violaciones de los derechos básicos de todo ciudadano, el derecho al voto, el ejercicio de su poder está garantizado por la Constitución Nacional en su artículo 37.
Con la alianza del macrismo y la ortodoxia radical, es la primera vez en la historia argentina que la derecha gobierna fusionada, como desde hace tiempo en varios países de Europa. Estos tipos, que deberían ser acusados de infames traidores a la Patria, no dudaron ni un segundo en implementar el fraude de sus padres históricos como Mitre, Sarmiento, Avellaneda, Roca y Justo para mantenerse en el gobierno.
El fraude debe ser combatido sin importar las banderas políticas porque se le robó el voto a la ciudadanía argentina, que ejerció su derecho cívico y recibió, acaso, poco menos que una burla.