El Presidente Macri continúa deteriorando el poder de compra de salarios, jubilaciones y ayudas públicas e incrementa la deuda externa, para elevar de cualquier modo y rápidamente, la tasa media de ganancia de los negocios de su grupo familiar, de los de su Ceocracia y de las corporaciones agroexportadoras, económicas, financieras y comunicacionales, con quienes administra el estado nacional.
Para imponer un techo en el 2017 al justo reclamo salarial del conjunto de trabajadores, viola la convocatoria a la obligatoria paritaria nacional docente y usa a la Gobernadora Vidal, de desprestigio menos notorio que el que padece por la catarata de escandalosas imputaciones y por estafar con falsas promesas la buena fe de muchos argentinos, para promover innobles, inmorales e ilegales maniobras en contra de los educadores bonaerenses.
Ente las deleznables acciones que cumple la mandataria, a cambio de discrecionales fondos nacionales y del padrinazgo para endeudar más a la Provincia, se destacan: identificar, perseguir y criminalizar a los adherentes al paro y a los dirigentes gremiales; descontar haberes violando el derecho a huelga; fomentar el malhumor social acusando con cinismo a los educadores de tomar como rehenes a los niños; premiar a quienes disfrutan de los beneficios de las luchas, y que ahora ignoraron la masiva adhesión de colegas y compañeros; denigrar la labor educativa convocando a voluntarios; reducir los presupuestos destinados a enseñanza, ciencia y tecnología.
Y concluye la Gobernadora que no mejora los salarios docentes, si el de otros agentes, con la falacia de que “la provincia está fundida”, con el antecedente de haber otorgado el año pasado un incremento del 34.6 %, avalando la reducción de tributos a las minorías que concentran la riqueza.
El Presidente y la Gobernadora ponen de manifiesto una concepción retrógrada y deshumanizada de la instrucción popular, para favorecer negocios privados con la educación.
Para dejar atrás esas políticas, para superar esta historia de retroceso, donde la discusión es fatalmente salarial, es necesario debatir en forma democrática la fragmentada educación, su desigualdades y déficit, su vocación expulsiva, su falsa universalidad, sus tantos docentes cansados y/o en perpetuo desgano, su carácter estatal que no garantiza la equidad, su pretensión pública, su rol de administradora y disciplinadora de tanto descarte que el sistema deposita en sus aulas; el frecuente malestar y falta de compromiso de muchos trabajadores, su apego a un sistema estandarizado y mercantilizado, sin esperanza de transformación; la judicialización de las relaciones escolares.
Si hubiera un planteo integral y en comunidad, acaso los casi cinco millones de chicos bonaerenses acompañarían a sus maestros en sus reclamos por un salario digno para producir enseñanza. En su defecto, seguirá la escuela reproduciendo el modelo de distribución inequitativa y desigual del conocimiento, engranaje que construye futuros diferenciados que amenaza con quitarles niños de 14 años para el sistema penal.
En quince meses de gobierno, el Presidente y la Gobernadora han demostrado con hechos contundentes que padece el pueblo, que no están interesados en la búsqueda de un mundo más justo, ni que los niños argentinos sean felices.
Bloque de Concejales del PJ-FpV
Martin Banchero, Mariana Pianetti, Horacio Delgado, Julia Crespo, Guillermo Rodriguez, Alberto Capriroli.