La Ley 20.843 garantiza el padrinazgo del Presidente de la Nación en funciones al momento del nacimiento del séptimo hijo varón o la séptima hija mujer de una prole del mismo sexo. Establece que ‘El Estado asegurará la realización gratuita de estudios a toda persona que haya sido apadrinada por el titular del Poder Ejecutivo’.
Esta ley tiene sus raíces en la gran inmigración rusa en la Argentina y en la creencia de que el séptimo hijo varón es hombre lobo y la séptima hija mujer bruja. Así en la Rusia zarista de Catalina la grande se otorgaba el padrinazgo imperial que daba una protección mágica contra estos males y evitaba que los niños fueran abandonados.
En 1907 Enrique Brost y Apolonia Holmann una pareja que se había radicado en Rusia, dan a luz a José Brost, su séptimo hijo varón y envían una carta al entonces Presidente José Figueroa Alcorta para que lo apadrinara. Allí comienza la tradición que además, le otorga al ahijado una beca asistencial para contribuir con su educación y alimentación.
El 28 de septiembre de 1974, la Presidenta María Estela Martínez Vda. de Perón convierte esta tradición en ley.
A todo esto, la provincia de Entre Ríos dictó el 24 de abril de 1984 el Decreto Nº 1335 reglamentando lo dispuesto por el entonces Gobierno Nacional de María Estela Martínez, estableciendo que, la esposa del Gobernador a petición de parte interesada podía oficiar de Madrina Oficial de Bautismo. De igual manera que su contrapartida nacional, la Provincia de Entre Ríos mediante su padrinazgo no otorgaba algún tipo de beneficios ni tampoco creaba derechos de ninguna naturaleza.