El Senado nacional aprobó por mayoría – 34 votos a favor y 24 en contra – la reforma al Código Procesal Penal Nacional donde de un sistema inquisitorio pasa a uno acusatorio y donde el protagonista del Proceso será el Fiscal, como investigador y para el juez, que pasará a garantizar el proceso y a aplicar la ley.
Es similar al sistema vigente en la provincia de Buenos Aires y varios estados federales.
“Escuchamos un montón de fundamentos vacíos de contenidos”, indicó el jefe de la bancada del FpV, Miguel Ángel Pichetto, al cerrar la discusión.
Las numerosas críticas y reparos que tuvieron ciertos puntos –algunos cuestionamientos emanaron incluso desde el seno del partido de Gobierno– derivaron en un dictamen que contempló 42 modificaciones sobre el texto original.
Pese a los cambios y a reconocer avances en la normativa, la oposición mantuvo su resistencia a acompañar la votación y retrucó con dos dictámenes de minoría, que no prosperaron.