A través de la Resolución 115/14, impulsada para revitalizar la obligatoriedad de la vacuna contra el Carbunclo, una enfermedad endémica en la Provincia de Buenos Aires, se abre el escenario para plantear, nuevamente, la urgencia de acercarnos a “Una Sola Salud”.
En la actualidad, se reciben constantes impactos informativos que exigen poner la mirada en la visión globalizadora de “Una sola salud”: un equilibrio inestable basado en la interrelación constante entre la salud pública, la salud animal y la salud ambiental. Estos impactos no son más que la realidad del presente epidemiológico.
El 26 de Agosto se realizó una reunión en la Comisión Provincial de Sanidad Animal de la Provincia de Buenos Aires (COPROSA) en la que se impulsó una resolución para revitalizar la obligatoriedad de la vacuna a la totalidad de los bovinos mayores de 8 meses contra el Carbunclo.
Según el Colegio de Veterinarios de la Provincia, hasta el momento no existía “un criterio claro respecto de la participación profesional y del rol que el agente sanitario debe cumplir en las tareas de control de focos y cobertura vacunal”. De esta manera quedaba sin especificar quién debe auditar el sistema, certificar los actos médicos y dejando en evidencia que lo único importante era la vacunación, sin importar quien la aplicara.
El carbunclo, también conocido como “grano malo” o ántrax, es una zoonosis infecciosa de curso agudo, altamente contagiosa que afecta a los rumiantes, siendo transmisible a otros animales, incluido el hombre. Pero esta es una enfermedad del suelo y de los campos, siendo los productores agropecuarios, los veterinarios, los peones rurales y el ganado, los más expuestos a ella. Es necesario comenzar a prever el tratamiento y las acciones de salud que tienen como objetivo prevenir la aparición de esta enfermedad. Pensar a mediano y largo plazo en la salud de las personas, de la población rural, urbana, la de los animales y, también, la producción futura y el valor intrínseco del terreno.
Durante el 2013 de observaron 8 brotes epidémicos en los partidos de Olavarría y Laprida, además de 6 brotes tradicionales esporádicos en los partidos de Azul, Belgrano, Daireaux, Las Flores, Madariaga, y Pila. Entre el 2013 y el primer semestre de 2014 se denunciaron 39 casos de Carbunclo bovino en la provincia.
La realidad lleva, constantemente, a atender la vorágine del día a día y la urgencia de solucionar las cuestiones básicas que se van presentando. Falta de tiempo, de dinero, de reconocimiento y de visión, llevan a realizar acciones del momento o parches, sin que se pueda prever acciones a futuro. Parece ser que el ejercicio profesional avanza “con las anteojeras que nos impone la formación académica, básicamente médica, y con la realidad económica que exige obtener recursos de supervivencia lo antes posible”.
La nueva resolución, que entrará en vigencia a partir del 1° de octubre de este año, se basa en el impacto que la zoonosis genera sobre la vida humana, a partir del análisis de los factores que promueven la aparición del carbunclo, tales como el clima, la humedad y el suelo, entre otros. Es de suma importancia la implementación efectiva de esta medida para establecer los controles. Actualmente, la mayoría del ganado está sin vacunar.
La realidad del presente epidemiológico, tanto en referencia al Carbunclo como a muchas otras enfermedades emergentes o reemergentes, nos lleva únicamente hacia “Una Salud”. Es deber de todos los profesionales de la salud, de los educadores y los gobiernos, establecer sus roles responsablemente y colaborar en hallar las soluciones que requieren un atento cambio de visión.
El Colegio de Veterinarios de la provincia entiende que tanto desde el rol de los veterinarios, como el de todos los demás actores intervinientes, debemos comenzar a entender que “´Una sola salud´ está a la vuelta de la esquina (…) es hora que despertemos, nosotros, los que nos enseñan y los que nos dirigen.”.