En el medio del debate sobre la forma de abordar la problemática del dengue, durante el 2013 se han reportado casos autóctonos en varias provincias del país.
Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires, mucho se ha hablado del concepto de “Una sola salud”, de la situación sanitaria en nuestro país y, principalmente en la provincia de Buenos Aires. Se ha manifestado incansablemente la necesidad de abordar a la Salud Pública de manera interdisciplinar en lo que respecta a los temas sanitarios, involucrando a los profesionales de las ciencias médicas, a los gobiernos y la sociedad toda.
Las condiciones de vida se han ido complejizando y la epidemiologia clásica ya no puede dar respuestas efectivas. Hoy se vive en un mundo en el que conocemos las consecuencias del cambio climático, en el que aumenta la población mundial en áreas urbanas de manera acelerada y no planificada, en el que la pobreza estructural se mezcla con otras muchas problemáticas que incumben al sistema de salud.
Considerando la época estival y dentro de este panorama sanitario, se vuelve fundamental hablar del Dengue como un problema creciente para la Salud Pública mundial, producto de los múltiples factores y cambios que vive nuestro mundo. En estas sociedades superpobladas, la inadecuada recolección de residuos y la acumulación de recipientes favorecen al desarrollo de la enfermedad. Los mosquitos transmisores encuentran las condiciones ideales para su reproducción.
Nuestro país no es, hasta el momento un territorio endémico de dengue. Aun así, existe la presencia del vector en la mayoría de las provincias del país. Esta situación epidemiológica requiere un sistema de vigilancia riguroso ya que, según los datos de las Organización Mundial de la Salud, durante 2013 se reportaron casos autóctonos en al menos nueve provincias.
Existen cuatro variantes del virus del dengue, los serotipos 1, 2, 3 y 4 y cualquiera de ellos puede producir formas graves de la enfermedad e inclusive la muerte. Si bien no existe una vacuna eficaz para la prevención, la infección con un serotipo determinado confiere inmunidad permanente contra el mismo.
Recientemente, en octubre de 2013, científicos tailandeses comunicaron el descubrimiento de un nuevo tipo del virus que causa el dengue (el serotipo 5). Si bien este descubrimiento dificulta el desarrollo de una vacuna para prevenir la enfermedad, afirmaron que este hallazgo “puede cambiar la manera de pensar acerca de la evolución y la emergencia del virus del dengue”.
También, en ese mismo mes, funcionarios de varios países se reunieron en Santiago del Estero para alinear los programas nacionales contra el dengue a las estrategias que llevan adelante la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir y controlar esta enfermedad, que cada año causa entre 50 millones y 100 millones de infecciones a nivel global. En este encuentro, se intentó homologar la “Estrategia de Gestión Integrada para la prevención y control del Dengue de la OPS/OMS (EGI-Dengue)” con la “Estrategia Global de la OMS para la prevención y control del dengue 2012-2020”. De la reunión participaron coordinadores de los Ministerios o Secretarías de Salud, jefes de programas provinciales de Argentina, expertos en esta temática y consultores de la OPS/OMS.
La Estrategia Global para la Prevención y Control del Dengue 2012-2020, tiene como objetivo reducir la mortalidad por dengue al menos el 50% en esos ocho años, bajar la morbilidad por al menos el 25% y estimar la verdadera carga de la enfermedad para el 2015. Esta iniciativa contempla el diagnóstico y manejo de casos, la vigilancia y preparación para epidemias, el control del vector, la implementación futura de una vacuna y la investigación en torno a esta afección transmitida por el mosquito aedes aegypti.
En nuestro país, la medicina y todo el sistema de salud continúan orientados a la resolución de conflictos individuales, es decir, cuando el paciente ya se encuentra enfermo y su accionar es deficiente en la prevención. Pese a los avances, no hemos podido superar (ni la sociedad, ni los propios profesionales) la postura de que los médicos son los únicos que saben lo que hay que hacer con la salud de la población.
Si bien es cierto que se trabaja cada vez más la prevención de la enfermedad del dengue, están trazados los lineamientos para realizar el seguimiento y una vigilancia para lograr controlar la enfermedad, y los gobiernos y expertos asisten a importantes encuentros mundiales para establecer estrategias globales de planificación, nos encontramos una y otra vez con más casos confirmados.
El problema es de base: debe existir un cambio en la forma de concebir a la Salud Pública, como un campo compartido en el que todos debemos participar. Se debe interiorizar el concepto de “Una sola salud” como estrategia interdisciplinar para abordar las problemáticas sanitarias.
Desde su lugar, el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires continúa impulsando la activa participación del profesional veterinario en los temas de Salud Pública. De un tiempo a esta parte, la institución se apropió firmemente de esta forma de concebir a la Salud Pública y ha establecido “Una sola salud” como un objetivo irrenunciable. Es por eso que entiende al veterinario como agente sanitario con importantes funciones dentro del campo de la salud.
Hasta que no se incluyan e involucren a todos los profesionales de la salud trabajando articuladamente con técnicos, gobernantes y, hasta que las personas comprendan que es más importante prevenir para no tener que sanar luego, el panorama seguirá siendo incierto y los cambios globales nos habrán sacado mucha ventaja.