Una vecina decidió quemar pastos en su propio terreno. El efecto del viento agitó las llamas y las expandió al predio lindante.
El dueño, además de enojarse llamó a los bomberos para que paguen el siniestro.
El hecho ocurrió en Blas Pareda y Rió Negro y trabajó una dotación del cuerpo de bomberos voluntarios quien circunscribió las llamas y las extinguió.