Cáritas Interparroquial llevó a cabo anoche en el Salón de la Capilla del Sagrado Corazón, la Cena Penitencial. Estuvo presidida por el Señor Obispo Diocesano Martín de Elizalde, sacerdotes, seminaristas, y público en general. En la misma se reflexíonó sobre el sentido de la Pascua y los tres signos el Pan, el Agua y las Hierbas Amargas.
Es parte de la preparación a las oraciones de Semana Santa que se Celebrará la semana venidera desde el jueves.
Etimológicamente, penitencia viene del verbo latino poenitere = tener pena, dolerse, arrepentirse. En teología se usa indistintamente el término para designar tanto una virtud como un sacramento. Esa penitencia puede ser vista como virtud moral por lo tanto el pecador no solo se arrepiente, sino que se pone el firme propósito de no volver a cometer ese pecado.Además, se impone una reparación.
En el lenguaje común, al decir que alguien hace penitencia suele entenderse tan sólo la fase final de la virtud, es decir, el cumplimiento de las obras costosas impuestas como castigo. Esos sacrificios, sin embargo, no se entenderían al margen del motivo que los ocasiona: el arrepentimiento de acciones pecaminosas, que incluyen implícitamente la enmienda. Así, pues, la virtud de la penitencia en teología engloba causas y efectos, y no sólo las obras penitenciales.
En el lenguaje común, al decir que alguien hace penitencia suele entenderse tan sólo la fase final de la virtud, es decir, el cumplimiento de las obras costosas impuestas como castigo. Esos sacrificios, sin embargo, no se entenderían al margen del motivo que los ocasiona: el arrepentimiento de acciones pecaminosas, que incluyen implícitamente la enmienda. Así, pues, la virtud de la penitencia en teología engloba causas y efectos, y no sólo las obras penitenciales.