El obispo de la Diócesis de 9 de Julio, monseñor Martín de Elizalde se refirió en Despertate – Cadena Nueve y Máxima – que la decisión de la Corte Suprema de Justicia con el fallo donde permite el aborto a una menor abusada en Chubut, “adelanta el último paso de un largo proceso” donde debe estarse por la vida.
Además, la respuesta no debe ser “la del aborto indiscriminado por atender una cuestión particular”, agregó el prelado.
Al mismo tiempo, de Elizalde cuestionó que una mera declaración jurada donde puede faltarse a la verdad permita que se termine con la vida de una persona ya que “se trata de una determinación muy seria y afecta a una vida”, ya que no se sabe quien verifica y determina.
“Desgraciadamente (el fallo) esta en una línea que se percibe en la cultura de nuestro tiempo y en la sociedad y aparentemente con aire político para llegar a estos extremos” donde desde un caso particular se avanza para que el aborto se realice por una mera declaración jurada que no se sabe quien controla, incluida si se falta a la verdad. Esto no significa una falta de comprensión a la víctima, por el contrario no debe abrirse un camino de manera indiscriminado”.
A ello debe sumarse “que la explicación que dio el presidente del Tribunal, Dr. (Ricardo) Lorenzetti es que simplemente dentro del marco legal existente es permitir una aplicación más rápida, de algo que con cierto eufemismo, se llama derecho que tienen las personas”. A ello el Obispo de 9 de Julio, agregó que ” en realidad no se trata de un procedimiento sino de una determinación muy seria que afecta a la vida”. Además, se hace un salto cualitativo donde se ha centrado la cuestión en el procedimiento y no se atiende la naturaleza real del hecho”.
Por otra parte, el sacerdote dijo que “hay en nuestra cultura y en nuestra sociedad una manera de comportarse y de conducirse en el ejercicio de lo que a veces se llaman derechos y libertad de las personas, se va emasiado lejos y aparecen estos hechos que van configurando una sociedad muy fácil”.
En otro orden al ser consultado a cuál puede ser la conducta de muchos médicos debiendo resolver, Monseñor Martín de Elizalde dijo que “se observan muchas objeciones a la libertad de conciencia, ya que quién la ejerza al al ampliarse el margen de esa libertad no es libre el profesional de su ejercicio” por los cuestionamientos que luego sufre si no se pronunció en un sentido.
Estamos ante una problemática que “creo que no hay una buena señal para los jóvenes y ni para la sociedad y ni incluso para la dignidad de las mujeres a quienes se quiere salvaguardar”.